Agresión ambiental en las Cíes: esquilman un arrecife de anémonas

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

VIGO

Las anémonas se habían convertido en el hábitat de varias especies, como cangrejos o gambas, en el arrecife del Borrón, en las Cíes.
Las anémonas se habían convertido en el hábitat de varias especies, como cangrejos o gambas, en el arrecife del Borrón, en las Cíes. JOSÉ IRISARRI

Un ecosistema creado sobre las ortiguillas de mar ha desaparecido en el Borrón. Todo apunta a la presión pesquera

16 feb 2024 . Actualizado a las 22:06 h.

Las anémonas dieron el salto a la gran pantalla en el 2003 con el estreno de Buscando a Nemo. El exitazo de Pixar descubrió que no son plantas, sino animales, y que, pese a ser urticantes, son el hogar de especies como los peces payaso, protagonistas en la obra de Andrew Stanton. Viven en simbiosis. Bajo las aguas de las islas Cíes ocurren episodios espectaculares como este, aunque en esta esquina del Atlántico el serial está protagonizado por gambas limpiadoras, cangrejos araña o gobios que también han encontrado en las anémonas un hábitat. Sin embargo, este ecosistema ha perdido vida en los últimos meses porque en el arrecife del Borrón, frente a la playa de Rodas, ha ocurrido una «catástrofe», como la define el videógrafo submarino José Irisarri. El denso tapiz de anémonas que cubría sus rocas ha pasado a la historia.

Irisarri ha colgado en su canal de Youtube un vídeo que refleja el antes y el después en este arrecife cercano al embarcadero del archipiélago vigués. La huella humana es evidente. Entre el 2015 y el 2019, sobre las rocas del Borrón (hasta unos siete metros de profundidad), vivían adosadas cientos de anémonas que animaban todo un ecosistema sobre ellas y provocaban una explosión de color bajo el agua por su pigmento natural. Las centollas, por ejemplo, las empleaban para camuflarse frente a la amenaza de los pulpos, mientras camarones y nécoras agradecían el refugio que las ortiguillas conformaban inconscientemente en grietas. Su presencia atraía muchísima vida. Cuando José Irisarri se sumergió para grabar el arrecife en el verano del 2023 su aspecto había mudado por completo. Apenas hay rastro de aquella alfombra de color y las rocas, aunque sumergidas, parecen desérticas.

El vídeo apunta la influencia de la presión pesquera sobre estos animales y lo cierto es que la evidencia científica descarta que haya sido un fenómeno natural, como consecuencia del cambio climático. Un estudio realizado por la Universidad de Plymouth (Inglaterra) establece que los cnidarios tienen que pasar al menos dos días en aguas a 25 grados (o siete días a 23 grados) para sufrir un proceso de blanqueamiento, que ocurre cuando están sometidos a algún tipo de estrés y se tornan transparentes. En las islas Cíes, sin embargo, nunca se alcanzó esa temperatura, «y menos a varios metros de profundidad, como en el Borrón, donde tampoco quedan anémonas», explica Irisarri. Un día de temperaturas del mar de récord, como fue el 15 de junio del 2023, la temperatura máxima era de 19 grados, según las boyas oceanográficas.

Antes. El arrecife de las islas Cíes cubierto de anémonas y seres vivos en el 2015.
Antes. El arrecife de las islas Cíes cubierto de anémonas y seres vivos en el 2015. JOSÉ IRISARRI

La Anemonia sulcata se ofrece en el mercado comercial como ortiguilla de mar. En el 2021, el Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas emitió un informe desfavorable a la extracción de anémonas en sus dominios porque capturarla no era un propósito «compatible con los objetivos de conservación» del espacio natural más protegido de toda Galicia. En las Cíes está «absolutamente prohibido», insiste el vídeo. El mergullo es la forma más habitual de extraerlas.

Después. En verano del 2023, había «desaparecido» la población de ortiguillas de mar en este entorno.
Después. En verano del 2023, había «desaparecido» la población de ortiguillas de mar en este entorno. JOSÉ IRISARRI

La ortiguilla de mar se ha convertido en objeto de deseo en el recetario gastronómico del sur de España y el Levante. Se han revalorizado y la plataforma Ortiguillas.com la vende en fresco a 32 euros por kilo. En las lonjas de la zona de Vigo se colocó a un precio medio de unos 15 euros, según las estadísticas de Pesca de Galicia. En el 2023, la Junta de Andalucía prohibió la pesca de estas poblaciones por su «situación crítica», mientras en Asturias se ha alertado sobre su escasez y ampliado el período de veda de dos a diez meses. O sea, que el fondo de las islas Cíes atesora un recurso «de moda». Su sabor recuerda a mar.

IEO

Santiago Parra, investigador del Instituto Español de Oceanografía (IEO), es consciente del interés que ha despertado esta especie «que pertenece al grupo de invertebrados no antrópodos de los cnidarios», describe. «Tienen un disco o una especie de pie que es por donde los pescadores pasan sus rasquetas para extraerlas». Además, explica Parra, «son una especie costosa porque están llenas de agua y, al freírse, se quedan en nada, por eso suelen cogerse en grandes cantidades». El investigador defiende una estrategia como la de la Xunta, para que se vayan adaptando las vedas según la disponibilidad del recurso.