La escultura de Richard Serra que perdió Vigo

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO

Príncipe contactó con el artista en el 2001 para poner una pieza en la calle de Londres

29 mar 2024 . Actualizado a las 01:41 h.

«Hablamos con él y su representante en el año 2001 porque queríamos una escultura prestigiosa en la calle de Londres», recuerda Carlos González Príncipe, a la sazón concejal de Cultura de Vigo, para situar el inicio de las negociaciones del Concello con el artista estadounidense Richard Serra, fallecido el pasado martes en Nueva York a los 85 años. La iniciativa municipal, impulsada por el exalcalde vigués, estaba relacionada con el Museo de Arte Contemporánea de Vigo, el Marco, que abriría a finales del año siguiente y con él también se habilitaría la nueva calle que lo rodea.

«Él mostró mucho interés en que la obra estuviese en un espacio público y, además, era conocedor del clima de Vigo, algo fundamental a la hora de pensar la escultura», añade Carlos González Príncipe. En aquellas dos conversaciones mantenidas entre las partes se habló de un presupuesto que oscilaría entre los tres y los cinco millones de euros. La cifra estaba sustentada en el renombre mundial de Ricard Serra. El «poeta del acero», como le apodaron debido al uso prioritario de este material en su obra, revolucionó el mundo de la escultura con sus monumentales piezas de hierro y acero en un estilo minimalista.

Dos años antes de que comenzarán las conversaciones entre Serra y el Concello de Vigo, el escultor realizó una pieza para el Museo Guggenheim de Bilbao. Carlos González Príncipe achaca a los cambios experimentados en el PSOE, en el ámbito nacional, que esta operación no llegara a buen término.

Aquella no fue la primera vez que el ex-político vigués pensó en colocar en Vigo una creación del artista nacido en San Francisco en el año 1938. En el año 2000, González Príncipe emprendió dentro del departamento municipal de Cultura la elaboración de un proyecto de museo de la escultura al aire libre en el parque de Castrelos. Esperaba conseguir el dinero necesario a través de los fondos Interreg III, y, en un plazo de tres o cuatro años, situar en ese espacio obra de los mejores escultores del mundo, colocando entre ellos a Richard Serra.

Aquel proyecto iba a tener como socio transfronterizo al Museo Serralves de la ciudad de Oporto. Carlos González Príncipe abandonó la política una vez que fue apartado de la candidatura del PSdeG-PSOE en las siguientes elecciones municipales del 2004.