
El sevillano, con 113 goles, y especialista en penaltis con 51 conversiones, es el máximo realizador de un equipo que sueña con eludir el play out
03 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El Balonmán Cangas no solo tiene en el bolsillo el billete para el play off de permanencia, sino que incluso sueña con abrazar la salvación directa, pero para eso debe superar el domingo (19 horas) al Cuenca, su rival por esa codiciada décimo tercera plaza de la Liga Asobal. En este resurgir del cuadro de O Morrazo, Mario Dorado porta el cartel de máximo goleador con 113 dianas (4,9 por encuentro) y exprimiendo al máximo su papel de tirador de penaltis: 51 convertidos (73,9 % de acierto).
Su idilio con los siete metros comenzó en sus tiempos de Antequera, en la División de Plata. «En esa situaciones siempre voy cagado (ríe), las cosas como son, pero lo que tienes que hacer es aguantar lo máximo posible y jugar con el portero igual que ellos juegan con nosotros», dice de su plan cada vez que va la línea.
Su acierto no se improvisa: «Hacemos muchos entrenamientos de lanzamientos de penalti. Nacho me da la confianza absoluta en ese tipo de lanzamiento», y al mismo tiempo, se estudian en el vídeo: «Miramos la táctica que tiene el portero, si se tira pronto o no... Mil cosas. Lo estudias todo y, después, solo es llevarlo a la práctica». Con una máxima: «Siempre digo que si bota abajo, tienes la opción de que no se vaya y entre. Ese sería, entre comillas, el lanzamiento de seguridad». De esta forma ha conseguido más de medio centenar de goles, una forma de devolver «la confianza de Nacho (Moyano, el entrenador)», que le «ayuda mucho en los entrenamientos».
El pasado sábado, el Cangas protagonizó la sorpresa de la jornada al tumbar al poderoso Ademar y el sevillano fue el máximo anotador de su equipo con siete dianas. Ese triunfo abre nuevos horizontes a una formación que no hace muchas fechas hubiese firmado el play out con los ojos cerrados. «Nosotros pensábamos en mantener el puesto de play off de permanencia, pero después de ganar a Sinfín y a León, tenemos la oportunidad de competir con Cuenca por la salvación si podemos ganarle el domingo».
Los conquenses son un invitado inesperado en la lucha de la permanencia. «No están en su mejor momento. En el tiempo que yo recuerdo, nunca los he visto en una situación tan mala, siempre estuvieron en puestos de arriba y creo que tienen una plantilla para estar mucho más arriba. Será un partido duro porque ellos saben la situación en la que están y que nosotros estamos por detrás, clavándoles la espada y vendrán a luchar hasta el último segundo», comenta.
El Cangas, sí que está acostumbrado a disputar finales por la permanencia casi todas las jornadas de todas las temporada. El partido ganado en La Albericia es una claro ejemplo: «La contienda ante el Sinfín estaba marcada en rojo en el calendario después de cómo se estaba dando la temporada. Desde el principio dijimos que no tenemos plantilla para estar ahí, que tendríamos que estar más arriba, porque hay mucha calidad y mucho compañerismo en el vestuario, pero la situación es la que es», apunta el goleador.
Porque Dorado achaca al aspecto mental la sucesión de empates que acumuló su equipo durante toda la temporada, hasta ocho por una única victoria. «Cuando tienes más de cuatro empates, creo que es algo mental, teníamos ahí un lastre que no paraba de hacernos runrún en la cabeza. Seguramente por temas psicológicos, acabamos empatando muchos partidos».
Estos dos triunfos les han liberado por completo y ahora llegan a la hora de la verdad en el mejor momento: «Ganamos el partido de Copa, aunque sufriendo, y los dos de liga, llevamos tres triunfos y la cabeza está de otra manera. La cabeza y el estado de ánimo son muy importantes y en la plantilla se nota que estamos ahora muy bien».
El partido del domingo con el Cuenca está a tres días de la tercera eliminatoria de la Copa del Rey con el Ademar, y aunque sea la ronda que reparte los billetes para la fase final, Mario Dorado tiene claros los objetivos: «El partido de liga es súper importante y aunque no le quita importancia al partido de Copa. Creo que debemos centrarnos en este partido de liga y competirlo a muerte, porque estoy seguro que podemos ganar y en la Copa que sea lo que Dios quiera». La liga es la vida.