Antonio Serrat: «Hasta que se acerque el día de los Juegos, no creo que sea consciente de la magnitud»
VIGO
El triatleta vigués considera «un sueño» su clasificación para París 2024, recuerda que esprintó en Yokohama para mantener su puesto y repetirá concentración en altura
15 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Antonio Serrat Seoane (Vigo, 1995) ya tiene el pasaporte olímpico en el bolsillo. Su undécimo puesto en la cita mundial de Yokohama, unido a su presencia en el top-15 del ránking mundial del año pasado, le confirma para formar parte del elenco de elegidos para la prueba de triatlón de los Juegos de París. Feliz y asimilando la clasificación, el vigués no cambiará su hoja de ruta y la próxima semana estará en una prueba de las series mundiales en Cagliari. También tiene previsto volver a Font Romeu para otra concentración en altura. Todo, para llegar de la mejor manera a una cita parisina que anuncia dura, con el adoquín apareciendo en el segmento en bici.
—¿Cómo se encuentra con el billete olímpico en el bolsillo?
—Todavía un poco cansado. Fue una competición dura y un largo viaje de vuelta. Creo que aún no lo asimilé de todo, pero puedo decir que esto es cumplir un sueño. Si no tengo nada, me refiero a una lesión, podré estar en unos Juegos.
—¿Qué significa para usted estar en los Juegos?
—Lo digo, pero todavía no me lo creo. Hasta que no se acerquen un poco esas fechas, no creo que sea consciente de la magnitud. He podido vivir muchos Juegos por la tele y siendo consciente de lo que es el triatlón sí que se veía que las pruebas en una Olimpiada tienen más público, eso es lo que más llama la atención. Ahora tengo la sensación de que va a ser una prueba más del Mundial, pero será especial al ser cada cuatro años, en ciudades emblemáticas como París y en circuitos espectaculares. Todavía creo que no soy consciente de a qué tipo de prueba me voy a enfrentar.
—¿Durante la prueba de Yokohama era consciente de que iba en posición de clasificación olímpica o no?
—Sabía que si hacía un top-12 en una prueba del Mundial tenía la plaza directa, pero en la carrera no lo llegué a pensar hasta que estaba corriendo. No hice una buena natación y en bici iba en un segundo grupo en el que me encontré bien para trabajar y hubo colaboración para enlazar con el grupo de cabeza. En la bici tampoco era consciente de lo que tenía que hacer porque mi objetivo en ese momento era llegar al primer grupo, algo que se consiguió. Luego, hubo varias caídas que me hicieron estar más atento y no pensar en los puestos.
—En la carrera fue distinto.
—Sí, no iba contando, pero sí viendo la situación de carrera y sabía que iba estar ahí ahí. Si no iba el 14, iba el 13 o el décimo, estaba todo muy apretado y en la última recta ya iba contando a lo lejos y no me equivoqué, entré el once. Cuando estaba llegando, esprinté, porque no sabía la posición con exactitud y era apretar los dientes para no perder ninguna posición.
—¿Estar ya clasificado para París varía su planificación para el verano?
—En principio, no. Lo que me había planteado hasta ahora eran estas dos pruebas del Mundial, Yokohama y en dos semanas, la serie mundial de Cagliari. A partir de ahí, hay una prueba en julio y la preparación va a ser un poco la misma que tenía pensada, pero sabiendo que vas a competir en unos Juegos, si cabe, voy a levantarme cada día con más ganas de trabajar.
—¿Va a hacer alguna concentración antes de los Juegos?
—Con independencia de conseguir o no la clasificación, ya habíamos organizado una concentración otra vez en altura. Previa a estas dos competiciones de Japón e Italia, ya había estado de concentración den Font Romeu, en los Pirineos. También lo hicimos para probar, para saber cómo podía responder al entrenamiento en altura y al rendimiento que tenía, porque no a todo el mundo le tiene por qué sentar bien el entrenamiento en altura y saber con cuánta antelación a la prueba debes bajar. Esa concentración también fue un poco de test y creo que vamos a seguir adelante, aunque me hubiera gustado sentirme mejor en carrera. Ahora tengo que recuperar bien, porque quiero hacer un buen papel en Italia para afianzar todo lo hecho hasta ahora.
—¿Qué tiene Font Romeu?
—Es un sitio que nos ha gustado al grupo y a mí, y eso importante. Al final, ir con un grupo ayuda y ahora ya conocemos los rutas; en la próxima concentración, no forzaremos mucho más la máquina, pero sí intentaremos entrenar un poco mejor.
—¿Conoce el circuito de París?
—Sí, el año pasado pude competir allí en la prueba test y no lo he vuelto a ver, pero creo que es el mismo. Tengo el recuerdo de la carrera. Sé que va a ser especial y muy dura, sobre todo el recorrido de ciclismo, que se hace mucho por tramos de adoquín y no deja de ser un extra de dificultad, aunque no son los de la París-Roubaix, lo hacen especial.
—¿Qué felicitación le hizo más ilusión?
—Me felicitó mucha gente, por suerte me he sentido muy querido. Con los primeros que hablas es con la familia y con mi novia, pero también con los amigos de la infancia con los que he crecido toda la vida y que los conocí cuando comencé a hacer triatlón. Digamos que ese círculo más cercano.