
El minino es un macho dócil y mimoso de un año, que saltó el pasado 19 de abril por la ventana de un 5º piso en la calle Caracas y su familia ofrece una recompensa tras múltiples intentos para encontrarlo
04 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Se llama Átomo y es un macho dócil de patitas blancas. Es un gato muy mimoso y comilón que no lleva collar y está perdido desde hace mes y medio. Su familia lo busca desesperadamente y ha iniciado una campaña en la que han hecho todo lo humana y felinamente posible para dar con él.
El minino saltó el pasado 19 de abril por la ventana de una habitación del 5º piso del edificio de la calle Caracas donde residen. Eso creen, porque es el único lugar que se les ocurre por el que pudiera escabullirse ya que estaba un poco abierta una hoja.
Emperatriz Pérez, venezolana de padre gallego afincada en Vigo hace casi 20 años, ejerce de portavoz de su hija de 14 años, Samantha, que se ha llevado el disgusto de su vida con la desaparición de su mascota, a la que adora. «Duerme con él y siempre está pendiente del animal», cuenta la madre, que está preocupada porque la adolescente casi ni come y está en época de exámenes, pero no logra centrarse, obsesionada con dar con su paradero: «Tiene el pálpito de que está vivo y le ha hecho un minialtar», añade Emperatriz, a pesar del tiempo que ha pasado desde que se esfumó sin dejar rastro, ya que no había sangre ni gatito en la calle. Después de eso, han seguido buscando por toda la zona y ampliando el círculo tocando todas las puertas donde les podrían ayudar: policía, barrenderos, reconocimiento de cadáveres de animales hallados muertos, asociaciones de animales, grupos de redes sociales, veterinarios y una amplia campaña de distribución de carteles en buzones y muros de Vigo. Pero sin resultado. «Ni vivo ni muerto», resume la madre.
Átomo cumplió un año el 27 de mayo no saben dónde, ya que por entonces ya había desaparecido. Fue adoptado en Saiáns por esta familia cuando tenía dos meses y medio. Era el último de la camada. «La niña llevaba tres años pidiendo un gato y nos lo quedamos, yo nunca pensé que iban a crear un vínculo tan fuerte», relata la madre, que se confiesa perruna, pero ahora convive con un felino que se ha hecho imprescindible y muy querido que se va de viaje con ellos. Samantha llora cada noche esperando poder celebrar los 15 que cumple el próximo 15 de junio, a su lado. Como ya han agotado todas las ideas, ofrecen una recompensa de 200 euros. «Somos gente obrera, mi marido trabaja en los astilleros y tampoco podemos dar más», explica Emperatriz, que le deja latas de comida en casas abandonadas cercanas.