Lugareños cortan tres pasos de cebra y atascan el acceso a las playas de O Morrazo: «Estamos hartos de que los coches aparquen donde quieran»

E. V. PITA VIGO / LA VOZ

VIGO

Xoan Carlos Gil

80 vecinos cangueses generaron caravanas con decenas de vehículos atrapados en O Hío antes del mediodía

25 ago 2024 . Actualizado a las 12:59 h.

Entre 60 y 80 vecinos se dedicaron a cruzar con mucha calma por tres pasos de cebra de la parroquia de O Hío, en Cangas, en plena mañana del domingo, un día soleado que atrajo a cientos de bañistas y forasteros hasta las playas de O Morrazo. Los peatones iban y venían sin prisas y colapsaron todo el tráfico de la zona de costa de la península mientras una cola de decenas de vehículos parados aguardaba a que los vecinos despejasen el camino.

Desde hace unas semanas, los vecinos protestan para reclamar una reordenación y plan de tráfico a las playas. No están en contra de los turistas que acuden a disfrutar de la costa de O Morrazo sino de personas incívicas que aparcan mal y bloquean las entradas a su casa y las aceras.

Así de ingeniosa fue la protesta vecinal que ha cortado el tráfico esta mañana en la península de O Hío, en Cangas, y colapsaron el tráfico de vehículos a las playas morracenses de Pinténs, Vilanova y Nerga, y sus arenales aledaños. Los cortes se realizaron simultáneamente en tres pasos de peatones de O Hío desde las once y media de la mañana hasta el filo del mediodía. 

Xoan Carlos Gil

Una portavoz de los concentrados, Esperanza Veiga, explicó el motivo de la protesta vecinal: «Estamos hartos de que los coches aparquen donde quieran, con total impunidad, no hay multas para ellos. Hemos llegado al límite». Finalmente, la desesperación de los vecinos les llevó a movilizarse, aunque insisten en que no tienen nada en contra de los turistas sino que se oponen a la masificación desordenada que les impide vivir en paz.

El atasco generó importantes retenciones, de varios centenares de metros por la carretera principal que atraviesa el centro de O Hío. Entre los vehículos atrapados incluso había autocaravanas de campistas. «Los más impacientes se dieron la vuelta y los demás están esperando en la caravana», relató una portavoz. Desconoce el número de vehículos afectados porque el tramo cortado es serpenteante con muchas curvas y caminos.

«Cada verano, la bola se hace más grande, esto ha ido a más», lamenta Esperanza Veiga, afectada por la invasión de coches durante el verano que obstaculiza los lugares de paso de los vecinos a sus viviendas.

Xoan Carlos Gil

Las tres concentraciones se disolvieron a los veinte minutos para evitar que llegasen a tiempo las patrullas de la Guardia Civil e identificasen a los vecinos. No es la primera protesta del verano aunque anunciaron que esta será la última actuación del presente verano.