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El técnico del Cangas, a las puertas de una nueva temporada en Asobal, ve al equipo en condiciones de vivir un año más tranquilao
12 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El Balonmán Cangas inicia mañana la temporada número 25 en su historia en Asobal. Lo hace visitando al Valladolid y con el convencimiento de su técnico, Nacho Moyano, de que están en condiciones de firmar una campaña tranquila. Aunque avisa de que la igualdad en la máxima categoría del balonmano español va a ser la tónica dominante.
—¿Cómo ha ido la pretemporada?
—Creo que las pretemporada valen para lo que valen y son lo que son. A partir de ahora, empieza lo bueno y es el momento de ver en qué punto estamos. No soy de los que les dan excesivo valor ni cuando son buenas ni cuando no tanto. Sí que estoy algo preocupado por incidencias que hemos tenido en cuanto a lesiones y demás. No ha sido una pretemporada al 100 % como nos hubiera gustado.
—¿Cómo llegan al este primer partido tras esas incidencias?
—Lo que importa es que seamos competitivos, sea cual sea el escenario que nos encontremos. Estamos convencidos de que va a ser así, porque hemos ido allí en condiciones mucho peores y hemos competido. Tenemos a Omar Sherif, que aún no se ha unido al grupo, y el resto estarán, otra cosa es en qué condiciones.
—¿Cómo de satisfecho está con la plantilla que han formado?
—Estoy muy contento. Creo que es muy competitiva siempre, y más cuando tengamos a todos los efectivos disponibles.
—¿Qué importancia le da a un buen arranque?
—El primer partido no deja de ser eso, pero evidentemente, hay que analizar cómo viene el Valladolid. Han cambiado mucha gente y creo que sería un buen momento para poder cogerlos. Sobre el papel, es una oportunidad de poder puntuar, más allá de lo que estamos diciendo de que no hemos tenido la mejor pretemporada.
—¿Qué espera de este Valladolid renovado?
—Quizás no lo está tanto en cuanto a número, pero sí en la importancia de los cambios: el bloque central defensivo entero, ataque, portería... Son puestos específicos importantes y todo lo que sea cogerlos al principio es mejor que una vez que estén más rodados y echados a andar. Todo esto, en teoría, porque luego cada partido es un mundo y hay que tomarlo como tal.
—¿El objetivo será una salvación más tranquila que la anterior?
—Sí. Como todos los años, y si puede ser cuanto antes, bienvenida sea para pensar en más.
—¿Ve al equipo en condiciones de sufrir menos que el curso pasado?
—Teniendo en cuenta que en la primera línea prácticamente no hemos modificado nada, y es la que lleva el peso del ataque; que el sistema defensivo tampoco lo hemos cambiado y sí lo hemos hecho en la segunda línea, que influye menos, me espero algo más parecido a la segunda vuelta del año pasado. Luego, la competición nos pondrá en nuestro sitio, pero uno de nuestros puntos fuertes es haber renovado al bloque y haber dado continuidad al trabajo del año pasado.
—¿Cree que los rivales los verán como candidatos a estar abajo?
—La cuestión es que hay una igualdad terrible, quitando al Barça. Hay un bloque de cuatro o cinco que pelearán por Europa y de ahí a abajo, todos vamos a estar en un pañuelo. La seña de identidad de la liga es esa igualdad. El año pasado, jugamos el play-down, pero con un punto más, habríamos escalado tres puestos, y con dos, quedado entre los ocho primeros. Eso habla de la tremenda igualdad, que con un partido arriba o abajo, estás jugando por el descenso o casi en el siguiente escalón. Y creo que este año será aún más igualada.
—¿Cómo ha ido la adaptación de los fichajes?
—Bien. Al haber nacionalizado, e incluso galleguizado el equipo, siempre se hace mucho más fácil esa adaptación. Todos los jugadores que hemos fichado vienen del balonmano español excepto uno y es facilita el proceso. A partir de ahí, todo lleva su tiempo y estamos inmersos en ello. Se irán sintiendo más cómodos a medida que avance la temporada.
—¿Imaginaba estar tantos años al frente del equipo?
—Cuando uno se mete en este mundo de los entrenadores de élite, tiene que estar preparado para cualquier cosa. Por encima de todo está la estabilidad que te da la directiva, pero nunca pensé estar tantos años.
—¿Cómo se mantiene la motivación en una etapa es tan larga?
—Intentando echar la vista atrás. Como les digo siempre a estos, soy un chaval de barro, de escuela, de niños. Soñaba con llegar a la élite y cuando me levanto por las mañanas, me gusta pensar de dónde vengo para dar valor a dónde estoy y así, levantarme con la ilusión del primer día.
—¿Qué supone que el club celebre 25 temporada en Asobal?
—Todo lo que sea que el club esté en Asobal, que es donde debe estar, es un orgullo. Es su sitio por afición, por cómo se vive, por el sentimiento y el trabajo de la directiva y los jugadores, por la cohesión con el pueblo. Es un orullo poder estar compitiendo contra macroproyectos con los que se ha competido en este tiempo. Habla bien de la gente que lo ha levantado, de los que trabajamos ahora y de los que lo han hecho en le pasado. Es un sentimiento de orgullo a la vez que de responsabilidad por seguir un año más.
—El club lanzó un comunicado hace unas semanas hablando de la necesidad de apoyos. ¿Cómo ve este asunto?
—Para que un club pueda competir contra macroproyectos y macrociudades, necesitas tener más apoyo que el que existe ahora. No creo que sea una locura lo que se pide, al revés. Cuanto más apoyo, más fácil será para todos: mejor equipo, mejores condiciones. La directiva se deja la vida.
—Lo que nunca falla es el apoyo de su afición.
—Evidentemente, todos sabemos que el Barça gana la liga por arriba y el Cangas gana la liga de las aficiones. De eso no cabe duda.