El ingeniero nuclear cargado de goles

VIGO

BM CANGAS

Santi López, que vive su quinta temporada en el Cangas mientras hace un doctorado, fue clave con siete tantos para la remontada en el estreno liguero

18 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Santi López (Madrid, 1996) entró en la nueva temporada de la Liga Asobal por la puerta grande. El ingeniero nuclear e industrial que ya vive su quinta campaña en el Balonmán Cangas marcó siete goles en Valladolid, el último, para firmar un empate que parecía imposible cuando, a falta de 15 minutos, su equipo perdía de seis goles. «Siempre lo que sea puntuar, en la primera jornada y fuera de casa, para nosotros es un motivo de celebración. Si encima tenemos en cuenta cómo fue el partido, con el rival siempre por delante y con ventajas muy amplias, conseguir el empate en los últimos 15 minutos para nosotros es un punto extra de confianza», dice. Ha sido incluido en el siete ideal de la jornada.

López llegó a Cangas en el año de la pandemia de la mano de Nacho Moyano. El técnico madrileño lo quiso traer un curso antes, pero sus estudios lo impidieron. Santi cambió una ciudad tan gran como Madrid por una localidad pequeña como Cangas, pero el central se adaptó desde el primer momento. «Fue un cambio brusco. Yo estoy muy contento por todo, por cómo se vive el balonmano, por el pueblo y por la afición, que es muy agradable. En Cangas me siento bien desde el primer día y diría que venir aquí fue una de las mejores decisiones. Aquí estoy feliz».

Porque en Cangas se ha consolidado en la élite del balonmano, que compatibiliza con el doctorado que está realizando en la Universidad Politécnica de Madrid, una tarea que se lleva a todas partes. «Diría que hago un juego de malabares por los horarios que tenemos en la Asobal, que son de todo menos regulares. Ante eso, no queda otra que organizarse muy bien y saber que el trabajo tiene que salir adelante sea en la mesa de casa, en el autobús o en el avión. No es fácil, pero me he acostumbrado con el tiempo», sentencia.

La combinación O Morrazo, balonmano y experimentos le ha sentado de maravilla, igual que sus siete goles en la ópera prima liguera: «Me sentaron muy bien, en la primera parte me costó un poquito más, estaba un poco trabado y no encontraba mi sitio en la pista. Ellos defendieron muy bien. Pero el cambio que hicimos en la segunda mitad, de siete contra seis, ayudó al equipo a encontrar esas vías de entrada y a mí, particularmente, porque pude encontrar más espacios con la fortuna de marcar prácticamente todos los lanzamientos», indica mientras asegura que no le quemó la bola del 34-34. «En ese momento, no estaba pensando que era el balón del empate, porque veníamos de donde veníamos y todavía quedaban casi dos minutos».

El punto llena de confianza a la plantilla del Cangas, que no tiene que comenzar el curso mirando para arriba desde las profundidades clasificatorias en un año en donde el deseo colectivo es evitar los agobios de última hora de los cursos anteriores. Santi López considera que tienen mimbres para conseguirlo: «Yo me tomo todas las temporadas con ilusión, estoy muy contento con el equipo y el objetivo es estar lo más arriba posible, sin limitarse a decir permanencia y tampoco ponerse unas miras altas por arriba. La competición ya nos pondrá en nuestro sitio, pero yo veo la capacidad y el potencial de estar por encima de ese sufrimiento que parece intrínseco al Cangas», apunta.

El siguiente reto es estrenarse en casa ante uno de los grandes de la liga como el Logroño. «Es un equipazo, pero en casa no hay partido salvo el del Barça que veamos imposible. En casa, cualquier otro rival para nosotros es accesible y tenemos que ir con esa mentalidad pase lo que pase». El duelo será el domingo a las cinco y media de la tarde. La puesta de largo en O Gatañal.