El líder provisional cuenta con tres juveniles en su plantel
26 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El Club Vigo de voleibol visita esta tarde (18.00 horas) a la Textil Santanderina como líder provisional de Superliga 2. Más allá de la anécdota, porque tienen un partido más, el equipo ha firmado un buen arranque de liga que da alas a un proyecto muy joven. Porque el mayor de sus jugadores es el único nacido en los 90 —Iván Sienes, en 1999— y cuentan con cinco júnior (2006), dos juveniles de segundo año (2007) y uno de primero (2008).
Su técnico, Diego Taboada, está acostumbrado a trabajar con jóvenes y está encantado del grupo que han formado. «A esas edades, siempre vienen motivados, con ganas de aprender y mejorar, con mucho positivismo», dice antes de recordar que aparte de compañeros, son amigos y eso también repercute en el buen funcionamiento.
Como todo, esta apuesta decidida por la juventud también tiene sus contras, con las que el técnico debe lidiar. «La inexperiencia hace que haya situaciones de juego que se les vienen grandes. Hay momentos en que el otro equipo los pone en problemas y los tienes que ayudar mucho, porque no lo saben resolver», plantea dejando claro que se siente «muy cómodo» con ellos. «Como equipo, para mí, somos el que mejor juega. Otra cosa es que luego hay muchos equipos con jugadores muy buenos a nivel individual», analiza.
Sobe el más joven, el canterano Miguel Martínez Surís, dice Taboada que está jugando como líbero titular, dado que el otro del equipo, que es Sienes, no puede estar siempre por motivos laborales. «Ya el año pasado estaba dentro de la plantilla y tuvo una progresión muy buena. Este verano se fue al mundial con la selección española sub-16 y quedaron cuartos», cuenta. Considera que lo está «haciendo muy bien», pero con «momentos de desconexión y el aspecto de la fuerza que le penalizan en algunos momentos».
También comenzó como titular el colocador Ernesto Gómez, que ahora está lesionado y estará parado un mes. Ha llegado nuevo, pero es otro jugador al que tenía echado el ojo tiempo atrás. «Estuvo un año en la concentración permanente de Palencia. Nos conocíamos de la selección española hace mucho», comenta.
El tercer juvenil es José Guantes, canterano que ya debutó en Superliga 2 con el Vigo la temporada pasada. «Es receptor, el puesto donde más gente tengo, por eso a veces no viaja. Pero está en todos los entrenamientos y está haciendo en los partidos que viene esa labor de saque defensa, entrar en el cambio», detalla el técnico.
Respecto a la doble victoria de la semana pasada, que les ha llevado al liderato provisional, señala que entraba dentro de la lógica, al tratarse de dos equipos que vaticina que van a estar entre los tres últimos. «Era primordial ganar», indica. Y añade que el objetivo sigue siendo la permanencia aunque vea a gran nivel a su equipo. «Al ser jóvenes, la balanza se puede inclinar de un lado o del otro», asume.
Así, en la primera jornada, ante el Boiro, jugaron «pero que muy bien» y lograron ganar. A la siguiente, tuvieron opciones ante el Arona, pero la baja de Gómez les perjudicó. Luego vino el doble triunfo y ahora se enfrentan a la Textil Santanderina, el gran favorito, ante el que están abocados a buscar la sorpresa. «Es el equipo más fuerte de nuestro grupo. Ganaron todos los partidos menos uno la temporada pasada y no ascendieron por un mal partido. Encima, en su cancha, que es de las más difíciles. Son favoritos y deberían ganar».
«A veces, te desconectas por los nervios»
Miguel Martínez Surís (2008) es el jugador más joven del Club Vigo de voleibol. Vivió tres años en Francia -donde nació su padre-, en los primeros años de Primaria, y allí comenzó a jugar a este deporte, que luego retomó en su actual club. «Llevo aquí jugando y aprendiendo desde quinto de Primaria», cuenta con naturalidad.
Resta importancia al dato de ser el más joven, porque todos lo son y con dos compañeros solo se lleva un año. «No me afecta mucho», asegura al tiempo que sí admite que el salto de categoría se percibe. «En los primeros partidos, me ponía muy nervioso. Se nota en la potencia del juego, la fuerza de los balones y la responsabilidad que tenemos que coger cada uno», analiza.
Siendo cadete, estaba acostumbrado a jugar con equipos que, en su mayoría, estaban por debajo de su nivel. Ahora es diferente y se muestra consciente de que tiene mucho que mejorar. «Ahora, tengo un nivel inferior. Más allá de la técnica, que me corrige errores, Diego (Taboada) me dice que tengo que controlar los nervios, que a veces me desconecto».
Su técnico es un pilar fundamental en su crecimiento, como también lo es el jugador más veterano del equipo y competidor suyo por el puesto, Iván Sienes. «Nos llevamos muy bien e intento fijarme mucho en él, en lo que hace en los entrenamientos y partidos», cuenta. No es algo nuevo: «Me acuerdo de ir de recogepelotas y cuando le dabas una bola te sentías bien. Ahora, es otra sensación poder jugar con él».
Miguel cursa primero de Bachillerato, y aunque jugando en categoría nacional admite que se hace más complicado compaginar con los estudios, sigue sacando muy buenas notas y quiere estudiar Derecho. En el plano deportivo, su objetivo es «ir a más, y ojalá poder llegar a Superliga 1 con el Vigo». Tanto su padre como su hermana pequeña, que sigue jugando y su hermano mayor han hecho también voleibol. Bromea con que solo ha faltado su madre.