La Xunta acusa a Gondomar de impedir las obras en una de las zonas de mayor riesgo de inundación de Galicia

Monica Torres
MÓNICA TORRES GONDOMAR / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

«El retraso en la entrega de terrenos y la peatonalización de calles por las que se iba a desviar el tráfico impiden los trabajos»

21 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La Xunta, a través de Augas de Galicia, sostiene que el Concello de Gondomar impide la ejecución de unas obras imprescindibles para reducir el riesgo de inundaciones en el núcleo urbano de la localidad. Se trata del proyecto de mejora del drenaje en la confluencia de los ríos Miñor y Zamáns, una de las zonas que está inventariada como una de las áreas de mayor riesgo de inundaciones en Galicia.

Ambas administraciones firmaron en mayo del 2021 un convenio para ejecutar este esperado proyecto, asumiendo la Xunta el coste íntegro de los trabajos, cofinanciados por el Fondo Europeo de Desarrollo Local. El Consello de la Xunta aprobó ese mismo mes la inversión de 2,6 millones de euros para mejorar el drenaje en la confluencia de los ríos Miñor y Zamáns, donde se dispara el riesgo por las crecidas. El acuerdo establecía que Augas de Galicia sería la responsable de contratar y supervisar las obras, mientras que el Concello debía asegurar la disponibilidad de los terrenos necesarios, libres de cargas y gravámenes, con el régimen urbanístico adecuado y a gestionar los permisos correspondientes antes los diferentes organismos con competencias.

Sin embargo, indica Augas de Galicia, «el Ayuntamiento no fue quien de certificar su puesta a disposición hasta marzo del 2024, un año y medio después de la firma del contrato, lo que retrasó el inicio de las obras». Además, añaden, durante ese período de tiempo «el Concello amplió la peatonalización de varias calles del centro urbano sin esperar a la ejecución del proyecto».

«Los retrasos acumulados por el Ayuntamiento, de más de dos años, y las trabas puestas, peatonalizando las calles por las que se tenía que desviar el tráfico según el proyecto aprobado por el Concello, impiden la ejecución de las obras previstas según el convenio pactado», concluyen.

La Xunta afirma que «pese a los esfuerzos de Augas de Galicia por plantear alternativas, el Concello de Gondomar no fue quien de contar con una propuesta de desvío tramitada y que haga viable la ejecución de los trabajos».

Las obras debían haber comenzado en el otoño del 2023 y el plazo de ejecución previsto era de doce meses, por lo que a estas alturas tendrían que estar rematadas. Sin embargo y, en puertas del primer temporal de la temporada, no solo no han empezado los trabajos, sino que parece que el proceso se va a ralentizar bastante.

Fuentes de Augas de Galicia indicaron ayer a este periódico que, «a pesar de que la Xunta de Galicia cumplió con todos sus deberes y lo tendría todo a punto para iniciar las actuaciones», la administración autonómica «se ve en la obligación de rescindir los contratos y formular un nuevo proyecto mucho más costoso que permita la gestión del tráfico teniendo en cuenta las peatonalizaciones realizadas por el Concello».

Advierten, por otra parte, que «esta no es la primera vez que Gondomar bloquea obras financiadas por la Xunta». En el 2015, a través de una resolución del concejal delegado del área de Urbanismo, Patrimonio y Derecho a la Vivienda, «Gondomar paralizó las obras de mejora de la red de saneamiento llevadas a cabo por Augas de Galicia al amparo de una solicitud del propio Ayuntamiento». Las obras, valoradas en más de 3 millones, eran necesarias para solucionar los problemas de gestión de las aguas residuales en la red municipal, especialmente en época de lluvias, impidiendo las importantes infiltraciones detectadas en la misma, evitando vertidos los canales fluviales y mejorando la eficacia de la depuradora municipal, mediante la construcción de un tanque de tormentas.

Este tema fue judicializado por la pérdida de los fondos europeos «debido a la decisión municipal, y los tribunales le dieron la razón a la Xunta».