Y llegó cuando menos lo esperaban

VIGO

CEDIDA

El Carballal, con doce jugadoras, logra su primer triunfo en Oro

17 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El Carballal logró el domingo su primer triunfo en División de Honor Oro de balonmano. Al noveno intento y en una fecha que, reconoce su técnico, Chiki Castro, no se presentaba como la más propicia. «Era una semana importante, porque el Mislata es un rival directo, pero llegábamos con bajas importantes», introduce. Así, iban con la idea de pelear, pero más pensando que no se les fuera el golaveraje que en llevarse una victoria que veían complicada. Finalmente, 25-26.

El equipo vigués está mentalizado de que a partir de enero llegará la fase clave de la temporada para ellas, que recibirán en su pabellón a equipos de su liga. «Tenemos la tranquilidad de que en casa hemos jugado con rivales de arriba, que por el calendario, desde enero tenía que ser cuando más puntos teníamos que sacar», analiza. Al mismo tiempo, sabían que «tarde o temprano llegaría» ese primer triunfo que ya está en su poder.

Viajaron con las jugadoras justas y casi dando por hecho que no sumarían de dos. «Si tengo toda la plantilla, te digo que sí, pero también lo habría dicho hace dos semanas, cuando fuimos a Pozuelo, y perdimos de diez», plantea. Lo que le hace concluir que «a veces, llega cuando menos te lo esperas». Aunque no eran las mejores circunstancias, tiene claro que cuenta con «equipo para competir».

El Carballal comenzó el partido flojo y llevaban dos goles en catorce minutos. «En ataque, estábamos sin ideas, y también nos estaba costando entrar a nivel defensivo», cuenta. Y decidió mover ficha. «Di con la tecla de quitar a la portera y jugar 7x6, que no suele ser muy típico nuestro, pero metí dos pivotes porque por ahí les estábamos haciendo algo de daño», repasa. No fueron capaces de defenderlo y tras haber ido perdiendo de nueve, pudieron llevárselo.

Para el técnico, la clave estuvo en «no dejar de creer» en sus posibilidades. «Nos fuimos metiendo poquito a poco en el partido», recuerda. Algo especialmente meritorio para un equipo que solo había sumado un punto y que se había quedado con la miel en los labios en más de un partido. «En León, a falta de seis minutos y pico, ganábamos y con balón para ponernos tres arriba, tuvimos dos fallos, con una exclusión, nos empatan y acabamos perdiendo», recuerda. Es un ejemplo de varios que les hacían temer por el desenlace. «No excluyen a una jugadora y sí hubo ese pensamiento de: ‘Ostras, no la vayamos a liar otra vez’», revela.

En todo caso, asegura que veía bien a su equipo en el plano anímico. «Tenemos jugadoras de toda la vida y no hay esa presión por ganar que puede tener un equipo que invierte en plantilla», apunta. Además, al conocerse de siempre, hay una gran unión y se apoyan unas a otras. También sabían desde el principio que la andadura tendría poco de sencilla. «Recibimos llamadas de representantes para ofrecer jugadoras, pero quisimos salir con aquellas con las que habíamos llegado hasta aquí, era nuestra apuesta», recalca.

El Carballal era un equipo acostumbrado a ganar mucho en categoría autonómica y ahora han cambiado las tornas, pero están sabiendo gestionarlo. «Nos reponemos rápido de la derrota. Salimos jodidos del partido, pero llega el lunes y tenemos la capacidad de ponernos a trabajar pensando en lo siguiente», alaba. Incide en que el trabajo siempre ha sido muy bueno, pero son momentos. «De repente, fallas cinco lanzamientos de siete metros, cuando en el equipo hay gente que los sabe tirar bien. Las ganas de ganar que decía llevan a precipitaciones», señala.

Ahora, espera que pueda ser un punto de inflexión, aunque este próximo fin de semana les espera uno de los favoritos. «Aunque nuestra liga empiece en enero, ahora lo afrontamos de manera distinta», reconoce. Con las mismas ganas que todos los partidos anteriores y habiendo comprobado que el triunfo puede llegar cuando menos probable parece.