Obligan a readmitir a un farmacéutico de Vigo por coger propinas del bote del cáncer para ayudar a una compañera

e. v. pita VIGO / LA VOZ

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La Justicia gallega ha corregido a un juez de Vigo que avaló el despido y lo declara improcedente

02 mar 2025 . Actualizado a las 10:04 h.

Pasó de ser un mal compañero a uno bien intencionado. Un farmacéutico de Vigo despedido fulminantemente por falta de confianza porque cogió las propinas que sus compañeros guardaban en un sobre, procedente del bote de cáncer o de los céntimos sobrantes, ha logrado ser readmitido o, alternativamente, recibir una indemnización de 22.213 euros.

La Justicia gallega ha corregido a un juez de Vigo que avaló el despido y lo declara improcedente. La alta sala considera que el farmacéutico, en realidad, usó el dinero del sobre para ayudar a una compañera a cuadrar la caja.

El facultativo llevaba siete años trabajando en la farmacia cuando recibió la carta de despido en septiembre del 2023. Le acusaron de una falta muy grave por «incumplimiento de las normas» o por el «hurto o robo, tanto a la empresa como a los compañeros de trabajo».

Su jefe recordó que solo algunos trabajadores sabían que existía un sobre de propinas, que la empresa no conocía. Esas dádivas eran depositadas en el bote del cáncer o en un bote con céntimos que estaba a la vista para cubrir la falta de cambio con clientes.

Era orden expresa que cualquier descuadre de caja debía ser asumido por el trabajador responsable con dinero de su bolsillo. Tras un error informático en una venta y devolución, una dependienta pidió ayuda al facultativo. Al no poder solucionarlo, la empleada entregó diez euros de su bolsillo y el farmacéutico fue a coger el sobre de las propinas para salvar el descuadre sin usar dinero propio.

El Juzgado de lo Social número 3 de Vigo dio la razón al dueño de la farmacia y confirmó el despido del facultativo en el 2024.

El perjudicado recurrió a la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que, en una sentencia del 17 de enero, corrige al juez de Vigo y ordena a la farmacia que readmitir al empleado o bien a indemnizarlo con 22.213 euros.

La sala argumenta que el farmacéutico pretendió ayudar a una compañera que le pidió ayuda y que este colaboró con ella para evitar el descuadre. Además, informó a las jefas de lo acontecido pues ambas se encontraban de vacaciones. También notificó la incidencia al Centro de Información del Medicamento con el fin de que la venta no registrada afectaba a un fármaco estupefaciente. A mayores, mostró siempre una actitud colaboradora.

El TSXG no ve comportamiento «malicioso». «Los hechos que motivan la sanción impuesta si bien manifiestan incumplimiento contractual, no denotan abstractamente consideradas, la conjunta concurrencia de gravedad y culpabilidad suficiente para ser constitutivos de despido», dice. Recuerda que fue la dependienta a quien se le atribuyó el error y que el farmacéutico cogió de un sobre que no tenía identificación de ningún cliente y depositó 10 euros en la caja de cash para corregir el desajuste al entender que eran propinas y vueltas olvidadas. «No constituyen falta muy grave de fraude o abuso de confianza en las gestiones encomendadas ni hurto o robo», dice la sala, que declara improcedente el despido.