
La historiadora Natalia Jorge Pereira gana el premio Xohana Torres
15 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El Premio Xohana Torres 2024 de ensayo e investigación no solo lleva nombre de mujer, sino el de muchas. La doctora internacional en Historia Natalia Jorge Pereira, de Tomiño, ha sido galardonada por su ensayo Un formigueiro de mulleres. As trapicheiras do Miño, un trabajo que rescata y reivindica «o papel das mulleres e dun oficio porque elas foron as primeiras comerciantes da raia». Su historia trasciende el mero contrabando: es un testimonio de resistencia, de vínculos comunitarios y de una lucha cotidiana contra los estereotipos.
«Cando tiña 20 anos deime conta de que aquelas asombrosas narracións que me contaba a miña avoa non eran contos, senón relatos da súa vida», explica Natalia. Su abuela, al igual que lo había sido su bisabuela fue una de las muchas trapicheiras que desafiaron las normas impuestas, que supieron organizarse, que fueron más que contrabandistas: comerciantes, estrategas y tejedoras de redes económicas y sociales. «Desde que comprendín o que había detrás dos seus relatos, conquistoume o mundo da fronteira e do trapicheo», confiesa.
El jurado ha destacado la aproximación historiográfica y social de su trabajo. Más de 300 entrevistas a hombres y mujeres, junto a una ingente cantidad de documentación privada y archivos oficiales, han permitido reconstruir linajes de trapicheiras y comprender su papel más allá del tópico de la pobreza. «Quero desmitificar a idea de que todas as trapicheiras eran incultas e estaban asociadas á miseria ou aos suburbios sociais. Eran profesionais do comercio internacional, moi intelixentes, e esa capacidade foi a que lles permitiu sobrevivir e mesmo ascender social e economicamente, ata converterse en empresarias», defiende .
Cuando aún no había puente en Tui las mujeres que cruzaban el Miño en barcazas intercambiando productos de producción propia o de reventa, relata la investigadora ya habían asentado esos vínculos. Tras la firma del Tratado de Límites, en 1864, añade, consiguieron un reconocimiento oficial con el «carné da raiana», que les permitía ejercer su oficio de manera regulada. «As únicas con capacidade de comerciar na raia, entre Viana e Vigo eran elas. Os demais dependían de salvocondutos, pero non podían comerciar», explica. A partir de 1910 la frontera se agitó con los movimientos sindicales y la inestabilidad política en Portugal. Fueron ellas, desgrana, quienes cruzaban el dinero, la información y los folletos subversivos entre ambas orillas. «Nos anos 40 viviuse O Dorado do contrabando no Miño. A demanda de produtos disparouse e as trapicheiras perfeccionaron as súas estratexias, incrementaron o volume de mercadorías e mesmo chegaron a empregar aos seus fillos para o transporte», relata.
Sus dinámicas se adaptaron a los tiempos de forma estratégica. En plena dictadura, consiguieron organizarse creando sociedades que les permitieron ganar dinero y acceder a un estatus del que se les había excluido. «Grazas á súa intelixencia e á fortaleza das súas redes, lograron algo impensable para a época: acceder a espazos tradicionalmente vetados para as mulleres, como as tabernas, onde se pechaban os grandes negocios», explica Natalia. Su trabajo habla de trapicheiras que no solo transportaban mercancías, sino que sabían negociar precios, generar contactos y mantener la estabilidad de su comercio en tiempos de máxima represión y control. «O contrabando nunca foi un mundo exclusivamente masculino», subraya.
Natalia Jorge Pedreira no solo ha dado voz a estas mujeres, sino que ha demostrado que su historia es clave para entender la identidad de la frontera. «O seu comportamento transgresor e de superación, desafiando as ordes que se lles intentaban impor, é un exemplo dos valores que debemos manter, porque empoderan ás mulleres de antes e de agora», defiende. «Romperon límites, desafiaron normas e construíron redes de apoio. A súa historia non é só pasado, é un referente de autonomía e resistencia», concluye.
Un formigueiro de mulleres evoca aquellas filas de mujeres cruzando el puente internacional con mercancías, pero también la fuerza colectiva que las hizo sobrevivir y prosperar.