
La entrenadora piensa que el equipo debe centrarse en su trabajo y no mirar a lo que hagan los rivales
18 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.«Hemos ganado el chance para competir hasta el final. Estamos vivas, el corazón late y si late, hay vida y hay que pelear», comenta Cristina Cantero de la batalla por la permanencia en la Liga Femenina de baloncesto después de que el Celta sacase adelante un partido a vida o muerte en Vitoria ante el Araski. Las viguesas están ahora a un triunfo del conjunto vasco, al que le tienen ganado el basketaveraje, pero las vitorianas cuentan con un partido pendiente, el que juegan mañana ante el Universitario de Ferrol. También están a un triunfo del IDK, con el coeficiente particular empatado y con un -30 en el general. En caso de un triple empate, serían las donostiarras la que perderían la categoría.
En su análisis de la situación, Cantero no tiene claro quién es el rival a cazar. «Ahora mismo parece más Araski, pero no lo sé», dice mientras recuerda que el IDK fue capaz de ganarle al entonces líder, el Valencia, por un margen de cuatro puntos: 67-63, un resultado del todo inesperado. Las donostiarras juegan mañana su partido de la vigésimo séptima jornada ante La Seu.
Cristina Cantero no quiere hacer cábalas con los resultados de los rivales. «Les digo a las jugadoras que tenemos que centrarnos en nosotros y en tratar de sacar nuestros partidos. Tenemos que hacer nuestro trabajo, porque si no lo hacemos, no podemos mirar a los otros. Solo nos podemos centrar en sacar el partido con el Gran Canaria, que es el primero que tenemos». Para esa contienda todavía tendrán que esperar, ya que ahora toca parón y la liga se reanudará para el Celta el domingo 30 de abril en horario matinal en Navia. Las amarillas, en tierra de nadie, jugarán sin presión y eso las convierte en más peligrosas.
Tampoco quiere hacer números, aunque todo indique que necesitarán ganar tres de los cuatro partidos que restan: Gran Canaria y Ardoi, en casa, y Universitario y Valencia, a domicilio.
Después de ganar en Mendizorrotza, a las celestes les hubiera gustado jugar este fin de semana, pero al menos, se fueron al parón con la sensación de haber recuperado su mejor nivel. «Volvimos a tener un bajón en el tercer cuarto, que es algo que me preocupa, pero teníamos una renta buena. Creo que a nivel general, estuvimos bien atrás por fases y adelante atacamos bien, pero pienso que hemos hecho partidos completos también perdiendo», comenta la entrenadora que sitúa el foco en la aparición de la segunda unidad: «Cuando la gente de banquillo suma y se encuentra más cómoda en pista, nos permite estirar más el equipo y ser más sólidas».
El Celta necesita puntales que complementen la anotación de Samson —«que es nuestro foco de luz»— y la dirección de Matea Tadic, además de la aportación de otras jugadores diferenciales para el equipo como Hairada, Cooper y Dornstauder.