Eduardo Rolland: «Después de que te quemen la casa y violen a tu familia, no hay Voltaire ni Rousseau que valga»

VIGO

El investigador vigués publica «1809. Galicia en armas», un libro divulgativo sobre la Guerra de Independencia en territorio gallego
27 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El periodista e historiador vigués Eduardo Rolland ha publicado 1809. Galicia en armas en la editorial Los libros del salvaje. Es un trabajo divulgativo de los hechos acontecidos en territorio gallego entre enero y junio de 1809, cuando Galicia luchó contra los ejércitos de Napoleón.
—¿Cuál es el planteamiento del libro?
— La idea fue hacer un libro divulgativo, de menos de 150 páginas, en el que se abarcase la Guerra de Independencia en Galicia, centrado en los seis meses que van desde que entran los dos ejércitos de los mariscales Soult y Ney, persiguiendo a los ingleses de Moore, hasta la batalla de Pontesampaio.
—¿Cómo refleja ese carácter divulgativo?
—En cada capítulo, empiezo con una especie de cuento, una narración para intentar no abrumar con datos. Es un libro de lectura ligera, agradable, que intenta ser ameno y no detenerme en los datos. Intenté depurarlo todo lo posible, y cada capítulo empiezo con una pequeña narración que explica los hechos
—En el libro llama la atención la brutalidad de los invasores.
—Impresiona conocer la monstruosidad en que se convierten las relaciones humanas. Hubo batallas con muchos muertos y auténticas matanzas, como las ocurridas en Viveiro y en Monforte.
Llegó un momento en que los franceses tenían órdenes de realizar expediciones de castigo permanente. El mariscal Ney ordenó matar a tres gallegos por cada francés muerto.
—¿Hay levantamientos en toda Galicia?
—En todas partes. Por ejemplo, el levantamiento del Miño, con Mauricio Troncoso impide a Soult cruzar a tiempo a Portugal y ese retraso hace que fracase allí. Los levantamientos de Monforte y Viveiro fueron muy cruentos. Hubo miles de muertos durante esos seis meses. Los gallegos lucharon con lo poco que tenían y, a veces, ganaban, claro que después se producían las expediciones de castigo.
—¿Quiénes fueron las grandes figuras gallegas?
—La gran figura es el pueblo gallego y también la geografía. Al igual que Rusia, Galicia tuvo su propio general en la geografía. Los franceses no fueron capaces de dominar el terreno, no lo conocía. Y tampoco conocían la estructura de parroquias. La dispersión de la población les resultaba ininteligible. En cada puente, en cada río o en cada aldea se alzaban los guerrilleros gallegos y les hacían la vida imposible.
—¿Y los afrancesados?
—En toda Galicia hubo afrancesados y crímenes contra ellos; el más conocido es el del marqués de Sargadelos. Creo que, como siempre en las guerras, se saldaron cuentas anteriores por razones que no eran políticas. Claro que también aquello fue una lucha entre el antiguo régimen y lo nuevo. Pero, no se puede analizar este período desde el presente. Quien diga que hubiese luchado a favor de los franceses hace un brindis al sol porque habría que verlo en las circunstancias de aquellas personas.
—¿Por qué lo dice?
—Por muy afrancesados que fueran, después de que te quemen la casa, violen a tu familia, asesinen a tus allegados y se lleven tu comida y las pipas de tu vino, no hay Voltaire, Rousseau ni Montesquieu que valga. Además, aquellos soldados no vinieron a contar quién era Montesquieu, vinieron a arrasar el país. Hay que recordar que eran 25.000 soldados sobre el terreno, sin ningún pertrecho y tenían que comer lo que encontraban. No tuvieron la oportunidad de dar una visión política porque tenían un ejército de ocupación arrasándolo todo. Los curas y las casas nobles movieron al pueblo, pero este se levantó porque estaba siendo masacrado.