La viguesa Termogal renueva por completo el pesquero Madrus para la armadora Valiela

M. A. P. VIGO / LA VOZ

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M.MORALEJO

La auxiliar naval acometió la habilitación a bordo y ha transformado la planta de procesamiento del arrastrero de 74 metros, que faenará en el Atlántico suroeste

13 abr 2025 . Actualizado a las 01:22 h.

La auxiliar naval viguesa Termogal acaba de escribir uno de los capítulos más ambiciosos de sus tres décadas de trayectoria empresarial. La firma que dirigen David Barreiro Cabaleiro y Alfonso Carreiro ha desempeñado un papel protagonista en la modernización del Madrus, un pesquero de 74 metros de eslora que pronto realizará su primera campaña al servicio del grupo armador Valiela. En los muelles de Beiramar, ultiman el avituallamiento de este arrastrero que ha dejado de las gradas de Nodosa «prácticamente como un barco nuevo», como pone en valor Barreiro.

Un equipo de Termogal desembarcó en el astillero de Marín el pasado diciembre para emplearse en la reconversión del pesquero con trabajos de aislamiento y carpintería naval, que es su especialidad desde su fundación en el 1993. Hasta abril, «nos hemos encargado de toda la decoración y la habilitación a bordo, además del montaje de camarotes, los baños o la cocina, que hemos equipado a fondo» para mejorar la comodidad de hasta 36 tripulantes, explica David Barreiro. También han participado en la transformación de los túneles de congelación y de las instalaciones dedicadas al procesado de pescado.

El grupo vigués Valiela, heredero de la histórica armadora Molares, ha decidido implicarse en la renovación de la flota que faena en NAFO con la adquisición y puesta a punto de los pesqueros Madrus, Novo Virgem da Barca y Lennuk. Es en el primero de ellos, de pabellón de Estonia, donde han invertido sus primeros esfuerzos, apostando por una reconversión absoluta en la que incluso «el puente de gobierno es nuevo». De manera inminente, el Madrus partirá hacia el caladero de Atlántico suroeste para dedicarse a la merluza, el calamar, la pota, la rosada o el marujito. Su capacidad de producción es de 80 toneladas diarias de cefalópodos y de 50 de merluza.

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Carga de trabajo

«Hasta ahora, habíamos hecho acomodaciones y trabajos de reparaciones, pero no al nivel que nos hemos implicado en este pesquero. Ha sido un proyecto ambicioso y bonito», agradece el gerente de Termogal. La empresa también ha dejado su huella recientemente en el tangonero Don Juan Álvarez, que Armón Vigo acaba de entregar a la compañía Wofco, y en atuneros forjados en Zamakona para la empresa de Omán Al Wusta Fisheires Industries. También para el grupo naval asturiano, en Gijón, realizan servicios en el catamarán que construyen para Baleària, mientras en la atarazana NavalRia, en Madeira, ponen los pisos de teka sintética para dos embarcaciones tradicionales portuguesas conocidas como rabelos. En mercados foráneos, Termogal ha trabajado en pedidos y astilleros en Montevideo, Cabo Verde, México, Argentina y Arabia Saudí.

Aunque con la cautela propia de quien trabaja en la industria naval, tan expuesta a las fluctuaciones de carga de trabajo, David Barreiro indica que la auxiliar atraviesa un momento dulce con cerca de 40 trabajadores en su plantilla.

El grupo vigués Valiela buscaba en el Madrus «un barco para muchos años, puntero y competitivo». Su entrega supone incrementar significativamente la capacidad de su flota actual, que comprende el Monte Meixoeiro, que faena en aguas de Noruega, y su participación en el Loitador. Con el nuevo pesquero preparado en Nodosa, el Virgem da Barca, de bandera portuguesa, y en un futuro el Lennuk, la compañía aspira a consolidar su posición en un sector en el que es referente en captura y producción de bacalao.