
El Salerno descargó 10.000 toneladas de pesca de Malvinas y la lonja pudo sortear el apagón. Suardiaz cargó vehículos en Bouzas y en Termavi solo dos portacontenedores se vieron afectados
30 abr 2025 . Actualizado a las 17:23 h.El pulmón de la economía viguesa sorteó el apagón con éxito pese a su condición de infraestructura crítica. La Autoridad Portuaria activó el lunes con premura su plan de autoprotección en fase de emergencia para evitar sobresaltos en las operativas que se llevaron a cabo. en los muelles más importantes de Galicia. De Bouzas a Rande, no hubo desconexión: se cargaron los vehículos, los astilleros recuperaron pronto la normalidad en Beiramar, funcionó la lonja de O Berbés de madrugada y tan solo hubo que reprogramar la descarga de dos portacontenedores en Guixar. Desde Cabo Silleiro hasta la península de O Morrazo, faros y balizas continuaron lanzando destellos sobre la ría para garantizar la seguridad.
Buena prueba de que el puerto mantuvo el pulso fue la llegada del buque Salerno. Amarró en Teis el lunes, en pleno caos eléctrico, y ayer por fin pudo descargar Teis cerca de 10.000 toneladas de calamar patagónico capturado en las islas Malvinas, caladero de referencia para la gran pesca gallega. El mercante portaba consigo la primera muestra de una campaña que Javier Touza, presidente de Arvi, define como «aceptable», aunque finalmente se hayan truncado las previsiones y la flota que faena en esta zona del Atlántico sur haya tenido que interrumpir la actividad una semana antes de lo previsto.

El representante de las compañías armadoras quiso poner ayer en valor la capacidad que ha demostrado el ecosistema portuario olívico para sobreponerse al inédito colapso eléctrico y operar con diligencia para recuperar la normalidad. Recuerda que Vigo es la ciudad europea con mayor capacidad frigorífica (unos 800.000 metros cúbicos) y destaca su preparación para asegurar el buen estado de los productos del mar de comercializan.

El apagón coincidió con la descarga de una captura de alto valor para las pesqueras gallegas como es el calamar loligo. A la espera de conocer los resultados definitivos de esta primera campaña del 2025, las primeras estimaciones apuntan a entre 38.000 y 39.000 toneladas alcanzadas en los sesenta días que las 16 embarcaciones de sociedades mixtas han dedicado a este recurso en las islas Malvinas. Faenaron desde comienzos de febrero hasta el pasado 27 de abril por la noche. Javier Touza valora este volumen de capturas con cautela y muestra su satisfacción «porque hemos hecho una apuesta, que ha sido la de seguir los consejos de la ciencia, con el respaldo de las administraciones», indica.
El presidente de Arvi considera oportuno medir el rendimiento desde una perspectiva temporal, y no algo puntual. Valora que el caladero «está regresando a su normalidad» tras el descontento que supuso para el sector la segunda campaña del 2024. Con prudencia, insiste en la preocupación que mantiene la industria pesquera para asegurar el umbral de protección de biomasa y evitar el desgaste del recurso.
La flota de cerco y la dedicada a la pesca de bajura quiso cumplir con su papel como suministradores de la despensa del sur de Galicia y salieron a faenar. A las 04.15 horas, «se procedió a la apertura la lonja y el mercado para posibilitar su operativa», explica el Puerto de Vigo. En O Berbés se comercializaron más de 64.500 kilos de pescados y mariscos en un intento por asegurar el acceso de la población a la proteína marina tras una jornada como la del lunes en que bandejas y estanterías de supermercados y ultramarinos se vaciaron por la avalancha de compradores. La Policía Portuaria supervisó la subasta.

En la terminal de carga rodada de Bouzas también se pudo mantener la actividad. El ejemplo es el atraque del mercante L’Audace, de la naviera Suardiaz, que partió el día 28 por la tarde hacia el puerto francés de Saint Nazaire cargado de vehículos. El Ministerio de Transporte informó ayer por la mañana que se había retomado por completo la normalidad en esta terminal que de nuevo abrió sus puertas para recibir buena parte de la producción de Stellantis Vigo. Muy cerca, en la avenida de Beiramar, los astilleros reactivaron la construcción naval, como ocurrió en las instalaciones de Armón Vigo, Freire Shipyard o Cardama.
La terminal de contenedores que gestiona la empresa Termavi sí padeció incidencias porque la falta de suministro eléctrico afectó a su sistema de grúas, empleado para la carga de depósitos. Sin embargo, no fueron problemas graves y los responsables de estas instalaciones capearon con rapidez la situación. En concreto, se vieron afectados los horarios de descarga de dos buques portacontenedores que se reprogramaron para el martes.
Futuro
El presidente del Puerto de Vigo, Carlos Botana, agradeció ayer a la comunidad portuaria la «tranquilidad» demostrada a lo largo de estos días en que también fallaron los sistemas de comunicaciones. El máximo responsable se reunió varias veces con su gabinete de crisis y en el mismo se abordó la necesidad de establecer planes de actuación para futuras ocasiones.