Un acusado de abusar de una compañera de piso que tomaba sedantes: «Había una relación sentimental, sin compromiso serio»

E. V. Pita VIGO / LA VOZ

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E. V. Pita

La joven aseguró al tribunal de Vigo que ambos intentaron mantener relaciones sexuales completas pero no tuvieron éxito

06 may 2025 . Actualizado a las 12:20 h.

Un acusado afronta siete años de cárcel por supuestos abusos sexuales a una joven compañera de piso que tomaba medicación sedante y que, según ella, anulaba su voluntad. El juicio se ha celebrado esta mañana en la quinta sección de la Audiencia de Pontevedra, en la sede en Vigo. La acusación particular pide hasta 9 años de cárcel. El implicado asegura que ambos mantenían una relación sentimental sin compromiso serio.

Según la acusación, ambos compañeros mantenían relaciones sexuales con frecuencia en el piso que compartían, lo que corroboran los testimonios de los otros moradores, pero, al parecer, una noche él le realizó tocamientos no consentidos mientras ella dormía. Esa tarde, al terminar de trabajar, ella lo denunció en comisaría. El debate del juicio giró en si la medicación tranquilizante que la mujer tomaba anulaba su voluntad y los expertos se inclinaron en que ella preservaba sus facultades.

El implicado admitió ante el fiscal que mantuvo relaciones sexuales completas y esporádicas en los meses previos y en septiembre del 2021 con la denunciante, una compañera de un piso alquilado en el que dormían en habitaciones separadas pero compartían espacios comunes y, a veces, dormían juntos, situación conocida por el resto de residentes en la vivienda. La denunciante tomaba medicación sedante que, según ella, anulaba su voluntad, y que él, supuestamente, aprovechó para abusar de ella. 

 «Cenamos con unos compañeros argentinos, bebimos y nos fuimos a dormir. Se levantó al baño y volvió. Sabía que tomaba pastillas y que la dejaban sedada para dormir», contó el acusado a la sala. Alguna vez la ayudaba a levantarse por las mañanas aunque «era ella la que me despertaba a mí» . El día concreto del supuesto abuso, ella se levantó porque tenía que trabajar y «salió de casa sin decir nada». 

En el juicio, le mostraron unos mensajes enviados desde su teléfono móvil pero él sostiene que lo usó la denunciante porque ella era la única que podía acceder a su habitación con la llave.

El implicado contó que tres días antes de la denuncia mantuvieron relaciones consentidas aunque ella ya se había ido del piso. «Era una relación sentimental, no había compromiso serio. Todas las relaciones eran consentidas», alegó.  «La medicación la dejaba un poco sedada pero podía hablar perfectamente, estaba algo dormida», añadió el acusada.

Tras un incidente el 11 de septiembre, la denunciante le avisó de que se había querellado contra él. «Ella me dijo que me había denunciado y que yo la olvidara. Me llamó dos o tres veces para ver cómo estaba yo y cómo me iba el procedimiento. Incluso compró unas ilustraciones a mi hermana», indicó el acusado.

La acusada declaró una vez que el acusado se ocultó, por orden del tribunal, detrás de un biombo para evitar el contacto visual entre el supuesto abusador y la víctima. La joven contó que ambos intentaron mantener relaciones sexuales pero sin éxito y «simplemente nos quedamos en la cama sin hacer nada». El resto de la declaración de la denunciante se celebró a puerta cerrada por orden del tribunal.

Al final del juicio, la Fiscalía hizo una pequeña modificación para subir su petición de alejamiento de 7 a 9 años.