El vigués tiene la misión de liderar una nueva generación de jugadoras en la selección y de hacer historia con el Fenerbahçe
14 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Un par de semanas después de ganar su vigésimo tercer título, en este caso, la liga turca con el Fenerbahçe, Miguel Martínez Méndez (Vigo, 1967) ya está en faena con la selección española de baloncesto femenino. El seleccionador afronta una etapa de renovación, con jóvenes jugadoras que este verano afrontarán el Europeo como primer paso de un ciclo olímpico que tendrá su punto álgido en el torneo continental del 2027, en el que se decidirán las plazas para Los Ángeles 28.
El técnico vigués tiene contrato con la FEB hasta después de los Juegos y su idea es cumplirlo compatibilizando el banquillo del trasatlántico equipo turco y el de la selección española. «Tengo mucha ayuda en los dos sitios, tengo cuerpos técnicos de alto nivel», dice. Lo único malo es que no tendrá descanso en un año. Ni en Navidad, porque la liga doméstica no para. «Espero muchas visitas de mi gente de Vigo», comenta entre risas.
Miguel Méndez ha sido un entrenador de éxito desde el primer día. «Tengo mucha suerte, siempre me han llegado cosas muy interesantes y ha confiado en mí gente que sabe mucho de esto. Que piensen en mí me congratula y me siento muy afortunado», señala el vigués sobre una trayectoria que ya suma 23 títulos y que comenzó en el Celta con una Copa de la Reina. «Cada parte de mi carrera ha tenido sus vivencias, sus complicaciones y, por supuesto, las alegrías, desde la Copa con el Celta, cuando se lesionó Laura Grande y tuvimos que jugar con muchos problemas en la rotación, la primera liga con el Celta o en Rivas o Schio. Yo pongo todos los títulos a la misma altura». Admite, que nunca pensó en ganar tanto: «Ni en sueños. He tenido equipos muy potentes, con muy buenas jugadoras y, a partir de ahí, siempre tienes opciones».
El próximo reto es liderar una nueva hornada de baloncestistas españolas en la que se mantienen las gallegas María Araújo, Raquel Carrera y Paula Ginzo. «Tenemos campeonato de Europa en el mes de junio y estamos en pleno cambio, entran muchas jugadoras jóvenes pensando en los Juegos del 2028», comenta mientras desvela el pedido de la FEB. «Me encargaron en la Federación poner un equipo nuevo, preparar a estas jóvenes que están saliendo para que en el Europeo del 27, que es el que clasifica para los Juegos, poder hacer un buen papel».
De un modo paralelo, buscará todos los títulos con el Fenerbahçe. Méndez quería volver al baloncesto de clubes tres años después de abandonar el Ekaterimburgo tras el estallido de la guerra de Ucrania. «Tenía ganas de volver a entrenar, de volver a estar en un club, y Fenerbahçe es uno de los mejores sitios en donde estar. Una gran ciudad, un trasatlántico con muchas secciones deportivas, un club de una dimensión enorme y es un buen sitio para trabajar en Europa», analiza. Doble ración de responsabilidad.
Cómo ganar una liga en seis días
¿Cómo se puede ganar una liga en seis días? Esa respuesta solo la puede dar Miguel Méndez: «Intentando racionalizar todo un poco, pensando qué cosas mantener y qué cosas cambiar, hablando mucho con las jugadoras, intentando aunar objetivos y trabajando mucho de coco, más a nivel mental que táctico porque al final no hay entrenamientos, con lo cual no puedes cambiar grandes cosas».
Porque el entrenador vigués se había comprometido Fenerbahçe para la próxima temporada, pero el club le pidió «el favor» de dirigir al equipo en la final del play off de la liga turca y accedió. «Llegué el día antes del primer partido, fueron entrenamientos que se parecían más a un clínic que a un entreno en sí. Tienes que decidir por qué apostar y dónde arriesgar, es un proceso más cognitivo que de entrenamiento. En cada entrenamiento, íbamos sumando algún detalle para acercarnos más a mi idea de baloncesto», cuenta. El resultado fue un contundente triunfo ante el Mersin de María Araújo. «Tuve mucha ayuda, es una muy buena plantilla y un cuerpo técnico con mucha experiencia, sin eso, no se puede ganar».
Pese a su dilatada experiencia en los banquillos, nunca se había visto en algo así. «Es la primera vez que me pasa. No muchas veces he cogido un equipo a mitad de temporada. Me pasó con el Ekaterimburg, pero era enero y quedaba mucho».
Méndez quiere dejar constancia que en ningún momento le presionaron para que aceptase el cargo a la carrera: «La oferta que me llega para ir a Estambul es para la 25/26, esto era un añadido que si yo hubiese declinado no tenía nada que ver. Me pidieron ese favor entre comillas, que intentase sacar adelante la final ante un equipo que nos había ganado varias veces, creían que la final podía peligrar y no lo pensé mucho, la verdad». Una nueva experiencia para el entrenador más laureado.