
El hospital vigués tiene ya solo tres especialistas para una asistencia de 24 horas y cancela consultas
28 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Hace ya más de un año que Daniel vive con una arritmia diagnosticada. Ese latido irregular del corazón, potencialmente peligroso, se sumó a otros problemas graves de salud. Hace pocos meses, le hicieron una cardioversión, una técnica para restaurar el ritmo normal del corazón. Pero en las últimas semanas los problemas de arritmia han vuelto. Cuando hace poco acudió al médico de cabecera por otro tema, le hicieron un electrocardiograma y le conminaron a una pronta revisión del cardiólogo. Esa cita iba a ser hoy, porque la tenía marcada previamente. Pero el lunes llamaron de Povisa y la cancelaron. No le dieron nueva fecha.
La situación de este hombre no es única. En los últimos días se han cancelado citas porque en Povisa no hay apenas cardiólogos. Según una portavoz del hospital quedan solo tres en plantilla. En el servicio había ocho, pero se han ido marchando. Otras fuentes del centro sanitario aseguran que ayer solo había dos cardiólogos operativos.
Este servicio tiene consultas externas —públicas y privadas—, pacientes ingresados en su unidad de hospitalización y guardias de 24 horas. Ha habido días que el hospital privado más grande de Galicia solo tenía un cardiólogo trabajando, aseguran fuentes que conocen la situación.
La prevalencia de las enfermedades del corazón es alta, pero los cardiólogos no solo atienden a los pacientes que tienen asignados, sino que consultan con otros departamentos. Por ejemplo, una persona ingresada en medicina interna con algún problema de corazón, un paciente de la uci o una persona que va a ser o que ha sido operada, a veces son revisados por un cardiólogo.
Una portavoz del centro explica que cuenta «con una cartera de especialistas con los que podemos colaborar en caso de necesidades» y que cardiólogos de otros hospitales del Grupo Ribera Salud «refuerzan el servicio cuando es necesario». Esto ocurre en distintas especialidades, especialmente los fines de semana: médicos de hospitales de Ribera en la Comunidad Valenciana acuden a Vigo a prestar un servicio puntual en Povisa. Esta práctica ha generado un fuerte descontento en el hospital, porque es difícil que alguien que acude de manera puntual haga el seguimiento de ningún paciente.
Sobre la cancelación de citas, el hospital asegura que «se están reorganizando las agendas» y que pronto se darán nuevas fechas. Al haberse marchado varios, los que quedan han tenido que repartirse los pacientes.
De momento, ni siquiera se puede pedir cita pagando una consulta privada. Fuentes que conocen la situación del servicio explican que ha habido numerosas salidas en los últimos meses y recuerdan que hace un año la situación fue difícil por la fuga de profesionales y las bajas.
Además, se ha desmantelado la unidad de electrofisiología, la rama de la cardiología que se dedica a poner marcapasos. Dicen fuentes del hospital que algún paciente llegó a estar esperando una semana en la uci porque no había profesionales para ponerle un marcapasos. El especialista en esta técnica se marchó al Servizo Galego de Saúde. El organismo sanitario sacó del nuevo contrato con Povisa la electrofisiología, lo que le dio la puntilla al servicio.
Los sucesivos contratos del Sergas han permitido a Povisa ganar estructura, que luego podía aprovechar en la privada, que supone una cuarta parte de su negocio. Pero el área del corazón ha quedado prácticamente desmantelada, a pesar de que el gran grupo de las enfermedades circulatorias es la principal causa de muerte en España.