«Tras diez años ayudando a personas en la calle, me vi yo en esa situación»

Pedro Rodríguez Villar
pedro rodríguez VIGO / LA VOZ

VIGO

M.Moralejo

A Francisco, que cobra una pensión, lo echaron de su piso para venderlo

17 jun 2025 . Actualizado a las 02:11 h.

Francisco Merino sufrió un accidente laboral en plena crisis del 2008. No podía trabajar y tuvo que cerrar su empresa. Sus ingresos se fueron reduciendo y, al final, se quedó con una pensión no contributiva que no llegaba a los 600 euros. Tuvo que mudarse a un piso de alquiler en Sanjurjo Badía. «Viví allí 14 años, pero hace unos meses mi casera me llamó para pedirme que me fuera. Quería vender el piso», explica. Le dio seis meses de margen. «Me vi en una situación en la que nunca me había imaginado», reconoce. No encontraba piso ni habitación para compartir. «Irme solo con mi pensión ya era imposible, pero es que compartir también», insiste.

Francisco tiene más de cincuenta años y es pensionista, un perfil «al que ya no se le alquila vivienda en Vigo». Explica que la mayoría de caseros buscan solo estudiantes y que hasta le han pedido un aval para poder entrar en una habitación con una cama de 90. «Yo ya me veía en la calle. No tenía ningún lugar al que poder ir», cuenta. Estaba desesperado. «Un día hasta llamé al 024, el número gratuito para ayudar a personas con conductas suicidas en España. Estaba hundido».

Al final, poco antes de que terminara el plazo límite para dejar el piso, Francisco pudo encontrar un lugar en el que vivir gracias a la ayuda de una asociación. «Fue gracias a que me supe mover y que tenía amigos que me ayudaron. Si no, sería imposible», continúa.

Francisco también es uno de los fundadores del colectivo Os Ninguéns, el movimiento social vigués que se ocupa de las personas en riesgo de exclusión y marginalidad y que celebró ayer sus décimo aniversario con un acto en el Marco. «Llevaba diez años ayudando a personas en situación de calle, pero ahora veo este problema con otra perspectiva. Al vivirlo en tus propias carnes entiendes todo mucho más», insiste. Además, Francisco también quiere recordar que la subida de los precios de los alquileres está poniendo a mucha gente al límite. «Ahora en Vigo hay personas sin hogar que cobran una pensión o, incluso, que tienen trabajo. La situación es muy mala», continúa. «A la gente que este en una situación similar a la mía solo le puedo decir que no queda otra que luchar. Es desesperante, pero en Os Ninguéns también estamos para ayudar», concluye.

M.Moralejo

La situación en la calle es ahora todavía más crítica en Vigo que cuando empezó el camino de Os Ninguéns en la ciudad. En el 2015, el precio medio del alquiler en era de 410 euros, hoy es de 671, 260 más, lo que viene a ser una subida de un 61 %. El portavoz de la asociación, Antón Bouzas, recuerda que hoy en Vigo hay 20.000 personas que viven con menos de 8.000 euros al año, es decir, por debajo de lo que cuesta el alquiler de una vivienda en la ciudad. Esto ha provocado que «estean aumentando os desafiuzamentos por impagos», indica. En el 2024 hubo en la ciudad 316. «Este drama é intolerable, cómo se pode falar de estado de benestar social cando quedan fóra estas persoas?», continúa.

Además, Os Ninguéns también denuncia que los servicios sociales del Concello y de la Xunta al límite. «Estas persoas sófreno cada día. É coma se nós fósemos a urxencias por un problema médico e dixeran que non nos poden facer probas», concluye.