Cuatro embarcaciones transportan peregrinos en el río Miño tras la inspección policial

VIGO

Operadores denunciaron la competencia desleal y «peligrosa»
20 jun 2025 . Actualizado a las 12:15 h.Solamente cuatro embarcaciones que prestan el servicio de taxi acuático a los peregrinos atravesando el río Miño desde Caminha hasta A Guarda siguen prestando el servicio en la actualidad, después de que las autoridades lusas realizasen una inspección el pasado fin de semana y suspendiesen la actividad de tres empresas por no tener la documentación en regla e incluso, en algún caso, carecer de seguro para los viajeros. Esto podría ser extraordinariamente grave en caso de naufragio con las responsabilidades civiles subsiguientes.
Una de las barcas paralizadas es de Xacobeo Transfer, que traslada peregrinos de la ruta jacobea. También siguen atracados Taxi Mar y un barco que presta servicio en la parte más ancha de la desembocadura, en la foz. El abordaje de las fuerzas de seguridad portuguesas en busca de irregularidades se produjo el jueves pasado.
El empresario José Miguel Morais Terra, dueño del Taxi Boat, señala que ellos estuvieron un día sin funcionar para presentar la documentación requerida. Critica a un empresario español que es dueño del Xacobeo Transfer por «haber censurado a otros empresarios lusos mientras que él no tenía presuntamente todos los papeles en regla». Mientras los legaliza, el servicio se lo presta en una embarcación de diez plazas de una empresaria Ella señala que muchos barcos-taxi llevan a cabo el cruce por la zona más ancha de la desembocadura y esa ruta es usada por 200 ó 300 personas al día. Asegura que ella y su marido trasladan entre 30 y 40 personas diarias. La empresaria denunció en su día la situación de competencia desleal porque «la policía de Portugal cerraba muchas veces los ojos». Asegura que hay botes que operan sin licencia en los que llevan el timón marineros que «van drogados o bebidos, lo cual constituye un peligro» y los agentes no les hacen todos los controles necesarios para comprobar si pilotan bajo los efectos de sustancias que alteran sus reflejos.
Los peregrinos que hacen el Camino Portugués de la Costa, si no se desvían a la ruta tradicional por Tui, usan los botes a la altura de Camposancos o Goián. Las tarifas para cruzar el Miño son similares para todas las embarcaciones, seis euros por subir a bordo a un pasajero que peregrina a pie, siete euros para el que lo hace en bicicleta convencional y ocho euros para el que atraviesa el río en una bicicleta eléctrica.
La temporada turística de los taxis marítimos empezó e abril y los timoneles esperan proseguirla hasta final de octubre ya que a partir de esa fecha el tiempo empeora y no compensa porque hay poco trabajo y no se gana dinero suficiente. Mientras, el ferri Santa Rita de Cassia se pudre en el pantalán de Caminha al no dragarse el río y faltar calado.