Retiran el amianto de un colegio de Coia y cambian la cubierta para evitar caídas de cascotes
VIGO

Sustituirán las tejas por una plancha metálica para evitar nuevos desprendimientos
28 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La grúa alza una tolva hasta más de 20 metros de altura y la deposita sobre la cubierta del CEP Celso Emilio Ferrero. Arriba, en el tejado, una cuadrilla de seis obreros se mueve con soltura arrojando tejas en el contenedor metálico que carga y descarga una y otra vez en el suelo.
El colegio de primaria ha iniciado las reformas del edificio para garantizar la seguridad de 185 alumnos y 23 profesores. Los obreros de la empresa Resigal retirarán la semana entrante las planchas de uralita que cubren los tejados y que contienen amianto, un compuesto que se ha demostrado cancerígeno y cuya retirada exige personal especializado y empresas autorizadas. La comunidad educativa lleva 50 años conviviendo con él. «Antes se hacían los tejados así en todas partes», indican en la constructora que hace los trabajos que prevé acabar antes del inicio del próximo curso. Las obras las efectúa la constructora Oreco Balgón y las financia el Concello por un procedimiento de urgencia.
La actual cubierta va a ser desmantelada y sustituida por placas metálicas de color rojo para que no se produzcan nuevos desprendimientos. Los temporales hicieron que desde Semana Santa cayera alguna teja, lo que sembró la inquietud en la comunidad escolar. Los cascotes obligaron a poner una red en todo el perímetro del colegio y el consejo a los alumnos para que se separasen de las paredes por temor a nuevas caídas en días de temporal, comentan las profesoras.
Con motivo de las obras, el centro va a estar cerrado hasta septiembre. Esto supone que no se pueden celebrar en él ni los campamentos de verano de Coia, organizados por el Concello ni las competiciones programadas por el club de patinaje, ni los partidos de fútbol de equipos de la zona.
La directora del centro Angélica González manifestó que en el equipo directivo están muy satisfechos con que se haya atendido las demandas de la comunidad. Ha sido fundamental la presión que han ejercido desde la asociación de madres y padres Moraima reclamando más seguridad. Su portavoz, Chus Granja, pide que se revisen también los muros. Durante las últimas semanas han colocado pancartas reclamando actuaciones tanto en la puerta principal de entrada como en la valla lateral que da a la avenida de Castelao.
El alcalde, Abel Caballero, recordó que este tipo de obras mayores le corresponderían a la Xunta. La reforma está presupuestada en 577.582 euros