La pista deportiva peligrosa de Navia sigue sin arreglarse y los niños la utilizan cada día
VIGO
Una mesa de pin pong fue arrancada en su día y no la sustituyeron por otra nueva y la actual se está deteriorando
15 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Un grupo de ocho chavales de once años juega al futbito en la pista del nuevo barrio de Navia que fue precintada el domingo debido al peligro que ofrece porque la valla está rota el armazón ofrece peligro de caída, Como le ocurrió recientemente a una chica de catorce años que se hizo una brecha en la cabeza y otras en la nariz al chocar contra el cierre defectuoso. «La pista está bien, el cierre, mal», asegura Adrián, un niño que juega en la pista de Poza do Cabalo casi todos los das. «Venimos los amigos que vivimos alrededor», señala el escolar que está de vacaciones y chuta con fuerza. Precisamente por estos chutes se han desprendidos hierros que están mal soldados en el cierre metálico. María Mariño, madre de uno de los rapaces señala: «Fíjate como están sueltos los hierros». A la verja le faltan unos 18 metros cuadrados de valla y la red de las porterías de la cancha no existe. Si algún jugador dispara a puerta y otro intenta evitar el gol corriendo se puede golpear de frente la cabeza si tiene más de un metro y medio de altura. Le ocurrió a Adriana el 22 de junio. La joven se golpeó de frente y cayó de espaldas golpeándose la cabeza. Fue trasladada al hospital Álvaro Cunqueiro por la tarde y estuvo en Urgencias hasta las 3.30 de la madrugada. Le tuvieron que poner grapas. «Se pudo haber quedado en el sitio», afirmó su madre, Cristina Longa, tras el accidente.
La empresa de mantenimiento tiene previsto arreglar la cancha. Las instalaciones llevan dos años en mal estado. En este período de tiempo se rompió una mesa de ping pong. La retiraron pero no pusieron otra. Ahora queda otra en pie, pero ya está con desperfectos. Si no se cuida acabará como la primera. Los niños juegan mucho al tenis de mesa.
Los padres confían en que la contrata de jardinería reponga la tierra y las plantas ya que los jardines ofrecen una imagen penosa. Las zarzas han crecido tanto que los balones acaban entre ellas y para rescatarlos «tienen que quitar los pinchos de la pelota». La empresa encargada del mantenimiento no puede clausurar las pistas, sino que es responsabilidad del Ayuntamiento.