Vecinos de Martínez Garrido denuncian los problemas de higiene pública en la zona

l.c. llera VIGO /LA VOZ

VIGO

Luis Carlos Llera

Echan de menos a un okupa que mantenía limpios los soportales donde se refugiaba

12 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos de Martínez Garrido, aunque suene raro, echan de menos a un okupa. «Mantenía limpio su zona bajo los soportales que ahora es un vertedero», señala Emilio Boullosa, que muestra el lugar donde antes pernoctaba la persona sin techo. Se trata de la entrada de los garajes por la calle Martínez Garrido, bajo un soportal que acaba en un fondo que protegen de la lluvia y del frío.

El olor acre emana de los desperdicios que se acumulan en lo que fue el cobijo de un indigente de 50 años que lo habitó durante mucho tiempo. «El sintecho se marchó hace tres meses y desde entonces vienen y van transeúntes y se ha ido ensuciando empeorando». Lo curioso, según pone de relieve Boullosa, es que los soportales en los que se ubica dan acceso a garajes donde el Concello alberga vehículos y máquinas.

Hay más problemas de higiene en el entorno. El martes fueron denunciados a Sanidad los malos olores que generan las aguas residuales que emanan de los cimientos de un edificio de la zona en la que hay una docena de inmuebles y habitan varios cientos de vecinos. «Esta mañana he llamado al Ayuntamiento porque esto no puede ser, he telefoneado el 010 y a Sanidad, y en Sanidad me han dicho que trasladan la denuncia al departamento de obras», cuenta Mara, que echa una mano en la cafetería de su prima situada en las inmediaciones. «Esto está asqueroso», tercia Carmen Conde, que vive cerca. «No arreglan las aguas fecales. Metí dos quejas en el Ayuntamiento antes del verano», señala esta vecina.

Las aguas cuestionadas discurren cuesta abajo unos diez metros hasta que se meten por un sumidero que pasa por debajo del numero 3 de la calle Pateira. Es uno de ellos primeros edificios que se levantó en la zona por un acuerdo del entonces alcalde, Manoel Soto, con la Xunta. Fue a principios de los años 90 y tres décadas y media después la urbanización sigue teniendo problemas de filtraciones. De hecho, el Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS) está acometiendo el arreglo de la plaza situada entre las torres número 1 y la 3. La presidenta de la comunidad de garajes, María del Carmen Rodríguez Gil, enseña en el sótano las manchas de humedad ocre que se extienden por una de las esquinas del aparcamiento. «Me temo que detrás hay agua sucia embalsada», sostiene. Advierten que, desde que se marchó la Policía Autonómica, la zona esta peor.