«Todavía no existe un puente cultural entre Galicia y toda la lusofonía»

VIGO

Oscar Vázquez

02 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

André Oliveira era un poeta y gestor cultural de prestigio en Brasil. Fue concejal de Cultura y de Turismo en la ciudad de Duque de Caxias, una urbe de casi un millón de habitantes. Allí seguiría de no haberse enamorado. «Hay tres razones por las que uno migra: Por hambre, por guerras o por amor. Yo, por suerte, lo hice por la tercera», dice con una sonrisa.

Antes de llegar a Vigo en 2017, ya conocía la ciudad por el fútbol. Era aficionado del Celta. «Cuando lo descubrí en Brasil vi los valores que había detrás del equipo, la historia a la que apelaba su nombre y decidí apoyarlo. Fue y es mi equipo favorito de la liga española», cuenta. La ciudad no le defraudó. «Tiene otro ritmo y una atmósfera diferente a la de mi Río de Janeiro, pero me gusta mucho. Estoy muy contento aquí», continúa.

Al poco de llegar a Vigo, André se centró en buscar una oportunidad de lo suyo. Su gran currículo le abrió puertas. Participó en la producción de Primavera de Cine y, también, es una de las personas que con su trabajo hace posible el Galician Freaky Festival. También produce el festival Pontes, dedicado al audiovisual de la comunidad y al de los países de la lusofonía (Portugal, Brasil, Angola, Mozambique o Cabo Verde). También organiza exposiciones y actividades para tratar de erigir puentes entre ambas culturas. «Nos unen muchas cosas, el idioma es muy parecido, pero no se está aprovechando. Galicia con el gallego puede tener acceso a un mercado gigantesco», insiste. Él trata de traer artistas brasileños a la ciudad y hacer lo mismo con creadores gallegos en Brasil.

Desde que está en Vigo, André tiene un sueño en la cabeza. Le encantaría organizar un gran espectáculo de samba al estilo de los carnavales de Brasil para contar una historia relacionada con Galicia. «Los espectáculos de este tipo en Río de Janeiro son la mayor ópera del mundo. Imagina una producción de 3.000 personas bailando, cantando y mostrando con sus carrozas la historia de, por ejemplo, el Camino de Santiago. Sería maravilloso», concluye André.