El último ferri del Miño ya puede atracar pero no navegar

Monica Torres
mónica torres A GUARDA / LA VOZ

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El atasco del canal impide al Santa Rita estrenar el pantalán de A Guarda

12 abr 2024 . Actualizado a las 04:47 h.

El último ferri del Miño ya tiene pantalán para poder atracar en A Guarda, pero ni así podrá retomar la actividad porque ahora, lo que le falta es poder cruzar el río. El Santa Rita de Cassia permanece en dique seco desde agosto del 2021, cuando hubo que interrumpir las travesías porque el pantalán de Camposancos no reunía las condiciones de seguridad idóneas. La consellería del Mar, a través de Portos de Galicia, asumió las obras de emergencia que han supuesto una inversión de más de 580.000 euros para mejorar la seguridad de la estructura de atraque del puerto de A Pasaxe, evitar su hundimiento y los posibles riesgos tanto para el medio ambiente como para la seguridad de la navegación en la zona. El departamento de Susana Lenguas confirmó que los trabajos para impedir el hundimiento del pantalán flotante arrancaron hace unos meses, tras los informes que detectaron un avance en el deterioro de esta infraestructura a consecuencia del paso del tiempo y de las inclemencias meteorológicas inscritas en los últimos meses de 2022 y comienzos de 2023, concluyeron ayer con la colocación definitiva de los anclajes tras sus estancia en el astillero.

La instalación ha quedado plenamente operativa para la prestación del servicio de traslado de pasajeros entre los dos lados del río en condiciones óptimas y habiendo corregido también esos posibles riesgos para la navegación y para el medio ambiente, pero el Miño, es ahora insalvable para el Santa Rita de Cassia. La Xunta ha cumplido con el proyecto, pero el tiempo jugó en contra.

«La embarcación está atracada en Caminha con un enorme banco de arena que impide su navegación y en canal está totalmente atascado por los áridos y sedimentos», explicaron los alcaldes de A Guarda y Caminha, Roberto Carrero y Rui Lages, respectivamente. Ambos regidores se han reunido ya tres veces en los últimos meses para abordar la situación del Miño y los dos hacen un frente común para reclamar la intervención de los Gobiernos de ambos países. El dragado es inasumible para ninguna administración local.

La última vez que se desatascó fue entre noviembre del 2011 y enero del 2012. Los trabajos fueron adjudicados por Tragsa a la empresa Dragado y Mantenimiento de Puentes y se extrajeron 28.000 metros cúbicos de áridos. La actuación fue asumida entonces por el Ministerio de Medio Ambiente pero fue un dragado «mínimo, una actuación excepcional y única», señalaron entonces.

La inversión para la limpieza es millonaria. El regidor guardés indicó que no se ha fijado ningún coste pero, en la década pasada, el proyecto ya superaba los 1,2 millones de euros, por lo que el moto ahora será mucho mayor. Cualquier actuación en la zona, de alta sensibilidad, ha de estar precedida además de numerosos informes sectoriales de las administraciones de ambos países. El alcalde de A Guarda, Roberto Carrero, avanzó que el martes mantendrán una reunión en la Comandancia Naval del Miño con el Subdelegado del Gobierno, Abel Losada, en la que le trasladarán la problemática para intentar conseguir el respaldo de Madrid. Al encuentro, indicó, están convocados todos los alcaldesa de la «raia», desde Crecente hasta la desembocadura del Miño.

Tanto Carrero como su homólogo luso defienden la continuidad del ferri. No hay concesiones ni alternativas. «Es una prioridad para mantener y poder retomar nuestra conexión social, cultural y económica con Caminha», señaló el regidor guardés. Además hay una empresa lusa interesada en asumir el servicio si el ferri puede volver a navegar.