«O primeiro que dixen ao saír da uci foi que ese ano tiña que ir no caixón en Santa Marta de Ribarteme»

AINHOA PÉREZ VIGO / LA VOZ

AS NEVES

Jorge Rodríguez se ofreció en el año 2023
Jorge Rodríguez se ofreció en el año 2023 Xoán Carlos Gil

Jorge Rodríguez estuvo ingresado grave en 2023 y se prometió a Santa Marta

27 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En la romería de Santa Marta de Ribarteme, todos los 29 de julio, los vivos se meten en ataúdes por unos minutos para agradecerle a la virgen su ayuda para a superar una situación difícil de salud, o se prometen cuando todavía están enfermos para que les ayude a recuperarse.

El último año que se celebró la procesión fue en el 2019, antes de la pandemia. Jorge Rodríguez y otra vecina rompieron esa racha, sin embargo, solo él quiso ir dentro del «caixón». Ella cumplió su promesa desde debajo, cargándolo.

Debido a un problema en el hígado, Jorge estuvo 28 días en la unidad de cuidados intensivos en el mes de enero del año 2023: «Cando salín da uci e me trasladaron a planta o primeiro que dixen foi que ese ano tiña que ir no caixón».

Tradicionalmente, los ataúdes salen desde la iglesia, siguiendo el paso de la virgen, rodean la zona central de la parroquia y vuelven a entrar en la capilla.

Sin embargo, el año pasado los féretros no pudieron partir desde dentro, sino que lo hicieron desde la carretera, en una carpa situada al lado de la iglesia. Este año, volverá a ser igual.

Jorge Rodríguez ayer con los ataúdes en la Casa de la Santa
Jorge Rodríguez ayer con los ataúdes en la Casa de la Santa

No solo se ofrece a la virgen quien padece la enfermedad, si no que se puede ser ofrecido prometiendo en el lugar de un familiar o allegado.

En algunas ocasiones puede suceder que no se prometa de manera consecuente. «Eu desconfío porque unha vez había unha persoa que foi cinco anos seguidos», explica Jorge, «ir ofrecido á virxe e facerlle unha promesa é algo serio, non é unha cuestión de vir por vir», cuenta Jorge.

Muchos ofrecidos prometen en un momento determinado pero no tienen por qué ir el mismo año de la promesa. «Hai xente que se prometeu este ano pero non pode vir», explica.

Hay quienes deciden cumplir su promesa haciendo el mismo recorrido de la procesión descalzos o de rodillas, incluso todos los años.

Jorge tenía claro que quería vivir la tradición dentro del ataúd y por eso siguió todos los pasos necesarios: «Eu encargueime de todo o relacionado coa miña promesa», explica, «o primeiro que tes que facer é falar co cura. Non é pedirlle permiso pero sí avisalo e comunicarlle de que queres ir de ofrecido».

Una vecina de la parroquia y antigua miembro de la comisión de fiestas, Verónica Fernández, cree que este tipo de reconocimiento ante el cura se debe a un acción que molestó en el pueblo: «Yo creo que fue porque una señora se ofreció por su perro un año y eso no sentó bien aquí».

Tras hablar con el párroco, Jorge se encargó de conseguir su ataúd y tres más, para tener guardados en la Casa de la Santa, el edificio que tradicionalmente guarda los féretros frente a la capilla.

Una parte muy importante de esta tradición es conseguir que un grupo te porte mientras caminas por la parroquia: «Eu tamén me encarguei de conseguir xente que me levara. O normal é que sexan amigos, familiares ou xente cercana do pueblo», explica, «agora dende a comisión encargámonos de conseguir xente que porte o caixón se algún dos ofrecidos é de fóra».

Para sacar a la virgen se va pujando dinero y se porta por turnos. Para conseguir «entrarla», meterla al finalizar en la capilla, se suele ofrecer más cantidad de dinero. Las personas quedan escogidas antes del día 29. «Un año una persona ofreció un millón de pesetas», cuenta Verónica.

¿Saldrán los ataúdes este año en Santa Marta?

«O problema é que este ano non hay ninguén para vir de ofrecido», explica Jorge Rodríguez, «que non lle boten a culpa ao cura porque eu penso que ás veces é peor a parroquia que o cura».

La procesión se dejó de hacer en el 2020 por la pandemia y no se retomó hasta el 2023. En el año 2022, según parte los vecinos, el cura decidió que no se hacía. Verónica Fernández, vecina y antigua miembro de la comisión de fiestas, promovió una recogida de firmas para recupera esta tradición.

Cuando se retomó se hizo con una modificación que para parte de la parroquia suponía romper la tradición: los ofrecidos no saldrían desde la iglesia y lo haría desde la carretera. Este año el párroco no ha querido responder a la prensa.

A tan solo dos días de que comience la romería, todavía no se sabe si habrá algún ofrecido. «Estou en contacto con tres persoas, unha de Salmanca, outra de Xinzo de Limia e outra de Moaña, pero todavía non están confirmados», explica Jorge.

Lo que sí que está claro, es que un año más, los féretros saldrán de la carpa colocada en el lateral de la iglesia.

«Si hai ofrecidos vaise facer», explica Jorge, «a xente pensa que é o cura, pero él ten xente por encima. Non todo depende de él».

La tradición es un atractivo turístico no solo para gallegos, sino para el resto del país. «Este ano é un luns entón non podemos calcular canta xente virá, dende sempre foi unha romería á que viñan moitas persoas», cuenta Jorge.

Sin embargo, lo que más motiva a la gente a viajar a esta parroquia es el paseo de los féretros. «En el pueblo no sabemos nada porque no se comunica nada», explica Verónica, «es una tradición especial y sería bonito que estuviéramos todos juntos. Antes había muchísima más comunidad, pero a día de hoy no hay prácticamente comunicación».

Los que quieran ser ofrecidos este año tienen de plazo hasta el domingo al mediodía. La procesión será el lunes a partir de las 12.00 horas.