Baiona, Cangas y Tui denuncian locales de ocio por aglomeraciones sin mascarilla

María Jesús Fuente Decimavilla
maría j. fuente BAIONA / LA VOZ

BAIONA

M.MORALEJO

El municipio de O Morrazo puso más de cien multas el fin de semana por aparcar mal

21 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada vez son más los municipios que se toman en serio la seguridad de sus vecinos y han pasado de la fase informativa a las denuncias. En Baiona un total de 43 personas fueron sancionadas este fin de semana por incumplir las normas sanitarias establecidas para la prevención del coronavirus. No llevar mascarilla ni mantener la distancia de seguridad fue el incumplimiento más repetido. La mayoría de las sanciones y de las ilegalidades se dieron, sobre todo, en fiestas privadas celebradas en pisos y fincas.

Las fuerzas de seguridad fueron requeridas por los propios vecinos al constatar el tumulto que se había formado. Además de en el casco urbano de Baiona, se registraron otras inspecciones en la parroquia de Baredo y en un local de copas.

La Policía Local controló la Palma y todas las inmediaciones, incluida la zona amurallada, para evitar que se formara botellón. La vigilancia no solo tuvo lugar a partir de la medianoche del sábado, cuando entró en vigor la prohibición de la Xunta, sino también el viernes, ya que el Concello de Baiona adoptó esa medida con anterioridad. Incluso fueron interceptados tres menores que tenían intención de hacer botellón.

«Nosotros ya habíamos tomado la decisión de prohibir el botellón antes de las elecciones porque nos parecía un tema prioritario para salvaguardar la salud de toda la población, incluidos los propios jóvenes.», comenta el alcalde de Baiona, Carlos Gómez.

Advierte que la organización de fiestas privadas sin respetar las normas sanitarias es un acto de irresponsabilidad y cree que es de justicia agradecer la colaboración de la Guardia Civil con la Policía Local y la ayuda que eso significa para el Concello. La llegada de visitantes en verano hace que las tareas de vigilancia en el municipio se vuelvan más complicadas.

«Entre los dos últimos fines de semana se han impuesto unas 70 denuncias. Velamos por la seguridad e intentamos que, en la medida de lo posible, la gente se adapte a la nueva normalidad y sea responsable. Hay diferentes sensibilidades y eso implica responsabilidad individual y compartida», añade.

 Tui

En Tui, la Policía Local denunció a dos clientes de un establecimiento de hostelería por no tener mascarilla y desalojó un local de ocio nocturno por incumplir el horario de cierre y encontrar entre la afluencia de clientela gente sin mascarilla. Hasta ahora, la mayoría de las acciones de los agentes se limitaban a informar a la población sobre la necesidad de cumplir la normativa por la salud de todos. Dicho esto, desde el Concello entienden que es necesario controlar las actitudes irresponsables.

 Cangas

Cangas tiene dos frentes abiertos para salvaguardar la salud de sus vecinos. Por un lado está el control de las personas que no llevan mascarilla, las aglomeraciones, las terrazas y el botellón. En lo que se refiere a las mascarillas, el alcalde, Xosé Manuel Pazos, observa que cada vez se utilizan más, lo que explica que no se hayan puesto sanciones por este motivo. El problema, dice, está en las aglomeraciones, terrazas y botellón. «En quince días hemos tramitado denuncias en media docena de locales, terrazas y chiringuitos por estar funcionando fuera de horario, aglomeraciones sin mascarilla y botellón, somos muy poco permisivos con este último. Está prohibido beber alcohol en la vía púbica», indica .

El otro frente abierto por el Concello es el de evitar las aglomeraciones que se producen en las playas cada verano. Con ese fin se limitaron loa accesos en coche a 33 de los 38 arenales.

La policía impuso durante el fin de semana 105 multas por mal aparcamiento, de las que el 20 % fueron por saltarse las señales que prohíben acercarse a las playas. Pazos confirma que la Policía Local mantendrá la vigilancia a lo largo de la semana, sobre todo, por las tardes, que es cuando más gente acude. Sobre la valoración de las medidas restrictivas de tráfico, el alcalde está «moderadamente satisfecho» y recuerda que son miles las personas que acuden a las playas en verano, por lo que el número que incumple las normas no es muy elevado. «Vamos a redoblar los controles y esperamos que sean menos», añade. El coste de la multa por aparcar mal es de 200 euros y la mitad, si se abona en los primeros días.

Los municipios del área rural apenas han sancionado

Hasta la entrada en vigor de la nueva normativa de la Xunta en la medianoche del sábado, los municipios del área metropolitana con entornos más rurales apenas impusieron multas por no llevar mascarilla o incumplir la distancia de seguridad. Solo un par de ellos con más núcleo urbano impusieron una cifra poco significativa. Siete fueron en O Porriño y cuatro en Ponteareas.

En el resto de concellos con entornos más rurales no llegaron a estrenarse. Es el caso de Arbo, As Neves, Gondomar, Mos, Tomiño y A Guarda. Presumen de espacio suficiente como para no tropezar unos vecinos con otros cuando transitan por las aceras.

El alcalde de As Neves, Xosé Manuel Rodríguez, cree que el hecho de que resulte fácil guardar las distancias debería convertirse en un valor positivo. «Un rural seguro que sabe cuidar de todos», apunta. Buena muestra es que en ese municipio solo se registró un caso aislado de coronavirus.

Algo similar ha ocurrido en el municipio limítrofe de Arbo, donde el pueblo ha sido declarado arbense distinguido por su colaboración durante la pandemia. «Arbo demostró que somos una villa unida y esa unión fue lo que hizo que el Concello de Arbo fuera una zona cero», comenta el alcalde Horacio Gil.

En Gondomar, la Policía Local admite que en localidades como esta hay otra idiosincrasia, «no hay aglomeraciones ni locales que creen problemas, solo algún pub con el que se está en contacto en una labor conjunta».

En Tomiño se hicieron más de un centenar de identificaciones y advertencias durante el confinamiento, pero no hay constancia posterior de multas por no usar mascarilla o incumplir el distanciamiento. Tampoco existen en A Guarda, Redondela y Mos. En este último se controla una gran sala de fiestas, pero, según el Concello, no se detectan irregularidades ni problemas.

El hecho de que en la mayoría de estos municipios se pueda vivir más en pleno campo que en las localidades urbanas, sin duda juega a su favor.