Las obras de pavimentación de la N-552 para la Vuelta ciclista provocan colas
14 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Han comenzado las obras en el paseo marítimo de Elduayen, la arteria que vertebra la villa marinera y que se prepara para la avalancha turística del verano como uno de los pueblos con encanto más cotizados del noroeste. Es primera hora de la mañana y los desplazamientos hacia las oficinas, comercios y empresas se multiplican. La cola es larguísima. Una taxista circula por el único carril disponible en el vial y se encuentra de frente con el coche de un visitante que va al parador. Frena y le echa la bronca al obrero de la constructora que está allí intentando regular el tráfico como puede. La profesional del volante alega que necesita pasar y no puede hacerlo. El trabajador pide al turismo que viene en sentido contrario que se aparte un momento a hacia un lado, justo adonde están las máquinas. El arranque de la pavimentación de la N-552 deja estas y otras imágenes.
No se ven agentes de policía. Están en otros lares porque junto al parador se reúnen altos cargos del Gobierno y de la Guardia Civil. Los camiones con carga pesada, llenos de material y con logos de Narom, la empresa constructora, circulan con parsimonia por el vial. Se paran y los motores bufan. Por el paseo hay corredores o caminantes en pareja que adelantan con grandes zancadas a los coches que van hacia el sur de Baiona, en dirección a Oia.
Las colas de vehículos empiezan a la altura de la gasolinera de entrada al municipio en la remansada playa de Santa Marta. Los obreros colocan una señal indicativa a la altura del parador. En el recinto turístico se alojan empresarios y políticos, y también turistas japoneses que hacen el Camino de Santiago en bicicleta. Los coches acantonados junto a las murallas reciben instrucciones en carteles provisionales para salir de Baiona sin atravesar el paseo de Elduayen y recorrer la circunvalación hasta Sabarís. Vistas las colas y el percal, algunos automóviles dan la vuelta y enfilan hacia Baredo en un día tranquilo en el que el mar no se encabrita sobre las rocas. Sí se enfadan los conductores que llegan tarde a sus destinos.
Las obras, en principio, no durarán demasiado tiempo, aunque sí el inicio del verano. El alcalde, Jesús Vázquez Almuiña, señala que las ha contratado la Consellería de Infraestructuras porque es una carretera de titularidad autonómica, la 552, que en el casco urbano se convierte en travesía con los nombres de Alférez Barreiro y Elduayen.
La Xunta aprobó el pasado día 7 el contrato de refuerzo de firme en la PO-552 en Baiona. Fue adjudicado por 45.584 euros a la firma Narom. Se trata de la reparación del firme entre el punto kilométrico 16,350 en la glorieta de entrada al puerto y lonja de Baiona y el 16,680, donde se encuentra el acceso al parador. De este modo, se corregirán desperfectos en el pavimento que pueden ocasionar problemas en la conducción, en el drenaje o exceso de ruido.
La constructora está llevando a cabo un fresado para aplicar una nueva capa de tres centímetros de mezcla betuminosa en caliente que mejora la adherencia y reduce el ruido en todo el ancho de la plataforma es decir en la calzada y arcenes y aparcamientos. Después, se pondrán la cuota los registros, y se repondrá la señalización horizontal. En el horizonte está la llegada de la Vuelta Ciclista el 24 de agosto.
El regidor señala que la semana viene se acometerán las reparaciones en el tramo siguiente más próximo al parador. La reforma comporta el traslado de la parada de autobús que ahora se ubica frente a la lonja y que se desplaza unas decenas de metros hacia el centro. La ubicación actual «dificultaba la visibilidad». El concejal socialista y ex alcalde Carlos Gómez propuso llevar la parada hacia el sentido contario «para no masificar más el centro».