La falta de ayudas amenaza con cerrar el comedor social de Cangas

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera CANGAS / LA VOZ

CANGAS

Los voluntarios trabajando ayer en la cocina del centro que da de comer a muchos cangueses.
Los voluntarios trabajando ayer en la cocina del centro que da de comer a muchos cangueses. m. moralejo< / span>

La Xunta y la Diputación dejan de apoyar a una entidad que alimenta a 400 vecinos

12 ene 2016 . Actualizado a las 22:20 h.

El comedor social de Cangas está tan escondido que muchos de los vecinos de la zona desconocen su existencia en un callejón situado junto a una de las arterias de la villa, la avenida de Vigo. Pero esa discreción es una ventaja para las decenas de usuarios que cada día acuden a él. A mucha gente le da vergüenza que los demás sepan que no tiene medios para alimentarse.

La entidad satisface una de las necesidades básicas diarias de 400 personas, según explica una de las fundadoras de la institución Ángela Rodas Castro. «Si no recibimos ayudas, cerramos la puerta. La continuidad del comedor está en peligro porque desde hace dos años no tenemos apoyo de la Xunta y los ahorros que teníamos se han gastado», explica la promotora del centro,. Insiste: «como no nos echen una mano tendremos que cerrar y repartir solo algunas comidas por las casas.

A las nueve de la mañana llegan los primeros voluntarios para dar los desayunos y preparar las cazuelas. Son 16 hombres y mujeres que dedican su tiempo en ayudar y servir a los demás, por pura solidaridad. En la cocina trabaja, entre otros, José Luis Fernández, el cocinero que ha preparado el menú. Antes estuvo en los fogones de muchos buques. «Anduve en Canadá, Malvinas... Siempre en barcos de altura», comenta Fernández al que la ley permitió jubilarse a los 55 años. Es voluntario y no le faltan ofertas para marcharse. «Le han ofrecido volver a trabajar en un barco y renunciar a la pensión», comenta Ángela Rodas que dice que el anterior cocinero se marchó al cabo de ocho meses porque estaba contratado con un contrato subvencionado por la Diputación.

La promotora de la asociación reconoce que «hace dos años hubo un error en la tramitación por el que perdimos la subvención de la Xunta de 38.000 euros y desde entonces no la cobramos. Tampoco hemos recibido este año que ha terminado la ayuda de la Diputación. Antes nos entregaban 6.000 euros en primavera y otro dinero en otoño, pero con el nuevo gobierno provincial no nos han dado nada».

Paralelamente, las necesidades crecen. Según explica Ángela Rodal, pueden registrar una media de 70 usuarios diarios en lo que es propiamente comedor. Luego están las personas que se acercan al local y se llevan los alimentos para casa para distribuir entre toda su familia. «En total son 400 beneficiarios. En el pasado verano el número de usuarios bajó pero ahora ha vuelto a crecer, aunque ya no es lo de hace un año cuando tuvimos hasta 140 personas comiendo aquí», asegura la directora del centro.

Rodas recuerda como puso en marcha el comedor. Era el año 2009 y la crisis estaba empezando a hacer estragos en el municipio. «Fui al Concello y hablé con el alcalde, José Enrique Sotelo y le expliqué lo que pretendía hacer. El y el concejal socialista Héctor Otero me orientaron y ayudaron mucho».

Fue así como María Vizcaya y Angela Rodas se pusieron al frente de la Asociación de Caridad Santiago Apóstol que puso en marcha el comedor gracias a la cesión de un local por parte de Pancho Fraga. «Esta lóbrego y nos lo dejó por un euro al mes. Lo tenemos cedido hasta el 2019. Luego no sabemos que podremos hacer». Muchas empresas de la zona colaboran y regalan excedentes alimentarios.

Los usuarios del comedor también disponen de un servicio de duchas y también hay un ropero.

Ponteareas

Otras villas se mueven. El Centro de Reparto de Alimentos del Ayuntamiento de Ponteareas recibió un total de 2.763 kilos de alimentos y productos de primera necesidad al largo del último mes. Estas donaciones se produjeron en diferentes eventos deportivos con carácter solidario.