Mariano Abalo confía en poder consensuar la cifras y llevarlas a pleno este mes
18 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Las tensiones políticas están demorando la aprobación de los presupuestos municipales para este año. A pesar de todo el concejal de Hacienda, Mariano Abalo, confía en que «se poda levalo ao pleno este mes». Pero primero hay que llegar a un acuerdo para contentar a los distintos grupos políticos que forman el tripartito de Cangas: Alternativa Canguesa de Esquerdas, BNG y Asemblea pola Unidade. A su vez dentro de cada grupo hay diferentes formas de pensar. En palabras del concejal de la oposición José Luis Gestido, «en el gobierno de Cangas hay cinco o seis sensibilidades diferentes».
El presupuesto municipal superará los 14 millones de euros y el gobierno local espera las inversiones mediante los fondos que pueda aportar la Diputación. El organismo provincial ha realizado importantes desembolsos en el municipio en el año que acaba de finalizar entre ellos la reforma del estadio del Alondras.
El primer objetivo del ejecutivo cangués es poner de acuerdo los intereses de los diferentes miembros del gobierno al frente de sus áreas y después las cuentas tienen que tener el plácet de la intervención municipal. «Temos moitas limitacións», pone de relieve la teniente de alcalde, la nacionalista Mercedes Giráldez.
El portavoz del principal partido de la oposición, el popular José Enrique Sotelo, señala que «los plazos para presentar los presupuestos se han incumplido». Sotelo pone de relieve que el PP ha presentado una moción para solicitar fondos del plan concellos. El exalcalde recuerda que «en los últimos años el presupuesto se había aprobado en tiempo y forma».
Detrás de esta situación se encuentra «un gobierno bajo sospecha, porque hay dos ediles que tienen problemas con la justicia y esto va repercutir con la gestión». Sotelo recuerda que desde Asemblea pola Unidade se realizaron fuertes críticas a como se estaba organizado el reparto de dinero en las diferentes áreas de competencia de cada partido.
De todos modos, el Partido Popular no quiere valorar los problemas surgidos entre ACE y la concejalía de Medio Ambiente y Turismo. «Vamos a mantener la prudencia y no nos vamos a meter en casa ajena», señala el líder de la oposición.
José Luis Gestido, de Cangas Decide, señala que «los presupuestos están parados porque cada uno gestiona de forma individual y están peleándose. Gestido señala que no le sorprende el conflicto ocurrido con la edila de medio Ambiente y Turismo, Tania Castro, censurada por Alternativa Canguesa de Esquerdas a raíz de una condena judicial. «Era una situación que se venía venir», señala Gestido. Recuerda que Castro entró en ACE porque la coalición intentó ganarse a personas de Podemos ante la fuerza que estaba adquiriendo esta formación política.
Además del desencuentro de castro con miembros de la FPG como Mariano Abalo o Andrés García Bastón también existen roces «entre la concejala de Asemblea pola Unidade y Heitor Mera. «Entre ellos no hay ninguna relación», sostiene Gestido.
Para el edil independiente esto se traduce en «una situación anómala, una gestión deficitaria y un cierto descontrol». Para ejemplificarlo el edil menciona los olvidos para pedir subvenciones o los errores a la hora de fijar las bonificaciones para el precio del agua. El año pasado había tres líneas de descuento. En primero lugar, una dirigida a las personas que reciben la renta de integración social. A estos ciudadanos se les daba gratis el servicio del agua. Pero había otros tramos de rebaja tarifaria, según las posibilidades económicas y en estos casos los descuentos eran del 50 y del 25 %. Sin embargo «se olvidaron de publicar en el boletín oficial este tipo de descuentos».
El portavoz del PSOE, Alfredo Iglesias, señala que la situación política «no solo influye en el tema de los presupeustos sino en la cohesión del propio gobierno». Según Iglesias lo que existe en Cangas «no es un gobierno tripartito sino un coworking. Comparten las mismas instalaciones pero cada uno trabaja de forma individual. Solamente nos hacen partícipes de los marrones pero, cuando hay intereses de grupo no nos dejan participar».
El socialista Iglesias sostiene que no hay un gobierno tripartito sino «un coworking»