Alerta en Cangas por una enfermedad que ya ha matado a dos gatos y contagiado a otros cuatro

Colonias Canguesas alerta de un un brote de panleucopenia felina que ya se ha cobrado la vida de dos de felinos y ha contagiado a otros cuatro. Se trata de una enfermedad vírica, también conocida como enteritis infecciosa, altamente contagiosa y causada por parvovirus. Es habitual en los gatos pero puede llegar a ser mortal, especialmente en los menores de un año, los que tengan bajas las defensas o el sistema inmunológico deprimido. El contagio de varios animales ha desatado la alarma en el refugio de Cangas, donde tampoco saben cómo se produjo la infestación y piden ayuda urgente. «El lunes de la semana pasada murió Pumuky y el sábado Lapsi. Pocahontas ya dio positivo el domingo y ayer por la tarde, el veterinario confirmó el mismo diagnóstico para Lilith, Chaplin, y Timón ti», confirma Arancha, Silveira, una de las voluntarias de esta entidad.

Confía en que, aunque haya más casos, porque el contagio es muy habitual y más cuando conviven todos juntos, el pronóstico sea favorable, aunque no ocultan su preocupación tanto por la evolución del brote como por las consecuencias para los animales y para la entidad ya que afrontan una deuda de 11.000 euros. «Con los 2.000 euros que nos dio el Concello hace unos días habíamos capeado algo, pero este brote nos vuelve a disparar los gatos con veterinarios y estancias hospitalarias durante muchos días, como con Pumuky advierten. 

«Necesitamos casas de acogida para desalojar a los gatos del local. Serían quince días para poder vacunarlos a todos y la asociación corre con todos los gastos que generen los felinos». Es el llamamiento urgente que han lanzado a través de las redes sociales. «Emergencia, brote de panleucopenia», es el mensaje principal de la publicación con la que quieren también ayudar a prevenir los contagios. «No sabemos quién contagió a quién porque además a enfermedad tarda entre ocho y diez días en debutar. Pudo ser Pumuky, que lo recogimos en la zona de O Forte o Lapsi», advierte Arancha. Todos conviven en el local que les cedió el Concello en Cimadevila tras hacerse cargo hace un año la asociación de los treinta gatos con los que convivía una vecina a la que desalojaron el año pasado. 

Urgen casas de acogida  para poder hacer cuarentenas individuales y vacunarlos a todos, pero también necesitan colaboración económica «porque además de las urgencias y hospitalizaciones, ahora tenemos que hacer frente a los test y vacunas». Es fundamental también la mano de obra, con voluntarios que puedan ayudar para hacer turnos de limpieza profunda, así como suplementos de subida de defensa y todo tipo de materiales: lejía, guantes, trasportines o jaulas. 

«Necesitamos que el Concello de Cangas se implique en el cuidado veterinario y alimenticio de los gatos del municipio. Sería un desahogo para nosotras, ya que estamos hasta arriba de deudas y, además, estarían cumpliendo la Ley», sostienen.

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