La Protectora de Animales del Morrazo, en la que las hermanas Rueda son voluntarias, tiene dificultades para acoger al perro
11 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Las hermanas Sandra y Yolanda Rueda, vecinas de la parroquia de Cangas do Morrazo, alertan de que un perro de su localidad lleva alrededor de cinco años, casi toda la vida del animal, atado con una cadena de un metro de longitud que lo priva de libertad de movimiento. La dueña no ha querido dar explicaciones a este periódico.
Siempre según las vecinas, el perro se encuentra a merced de las condiciones climáticas, en una zona exterior, sin cubrir. También tiene las marcas del collar por haberlo llevado durante demasiado tiempo.
Las hermanas aseveran que la razón principal por la que el animal está atado es «porque escapa» y declaran que en realidad se trata de un «can moi bo». Según dicen, la dueña les ha pedido que la ayuden a encontrar a alguien que quiera adoptar al animal, ya que ella no puede hacerse cargo de él.
La Protectora de Animales del Morrazo, en la que las hermanas Rueda son voluntarias, tiene dificultades para acoger al perro ya que, al no haberse relacionado con otros canes, este no sabe cómo hacerlo y se le tendría que habilitar un espacio individual separado del resto, lo que supondría un mayor gasto de recursos para una asociación que ya está «saturada», según declaran desde la propia protectora.
La situación de los animales en Cangas preocupa a la organización, que dice estar recogiendo a numerosos machos de perro de gran tamaño de los cuales «non sabemos nin o pasado nin o carácter» y tienen que mantener aislados para evitar conflictos.
Según la protectora, al encontrar a un animal abandonado, hay que llamar a la Policía Local o al Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) para que lean su microchip —cuyo uso recomiendan encarecidamente— para intentar localizar al dueño. Si no tiene microchip, las autoridades contactarán con las protectoras. No hay que llamar a estas primero porque no tienen acceso al registro de dueños, lo que se traduce en trabajo para ellas y estrés para el animal, que tiene que esperar en la protectora a ser identificado por las autoridades competentes.
El perro, un pastor alemán de unos cinco años de edad, se da en adopción. Quienes estén interesados en adoptarlo deben contactar con Yolanda Rueda al número de teléfono 622 704 251.