El extremo aventajado del «pallamano»

X.R.C. VIGO

CANGAS

ROBER PASTORIZA / BALONMÁN CANGAS

El italiano Nicoló D?Antino anotó diez goles por segunda vez en su carrera profesional para liderar la sorprendente reacción del Cangas en Torrelavega

22 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Nicoló D'Antino vivió su día de gloria en Torrelavega y sus diez goles fueron claves para que el Balonmán Cangas diese la sorpresa y asaltase el Vicente Trueba. Era la segunda vez que el extremo italiano marcaba diez goles en un partido desde que llegó al balonmano español, con 19 años. El precedente había sido en el Valladolid y, en esta ocasión, cuatro de ellos fueron de penalti (de cinco intentos), otros cuatro desde su posición y dos en contraataque. «Para mí no es normal marcar tanto. Hay jugadores muy buenos que lo hacen, pero yo llevaba sin marcar 10 goles desde hace mucho», recuerda.

La victoria del Cangas cogió con el pie cambiado a todos, porque una semana antes, habían caído en O Gatañal con el Guadalajara, que llegaba como colista sin triunfos. «Fueron las ganas de revancha después de una derrota tan dura. Teníamos que decir: ‘Estos no somos nosotros'. Teníamos que competir más y la idea era ir a Torrelavega a hacer un partido lo más largo posible y si llegábamos al final con opciones, aprovecharlas, que es lo que hemos hecho», comenta Nicoló, que destaca por encima de todo al colectivo. «El equipo jugó muy bien, la continuidad fue muy buena y eso me dio la oportunidad de marcar goles», precisando: «Ya habíamos hecho buenos partidos con anterioridad, pero ganar en Torrelavega es algo muy complicado».

Cangas es la tercera estación en el periplo de D'Antino por el balonmano ibérico. «Estaba buscando otras opciones, quería una experiencia diferente, surgió la opción del Cangas y la verdad es que no me lo pensé mucho, porque desde que llevo en España, en un sitio del que siempre me han hablado muy bien. Siempre que había venido a jugar a Cangas me encantó, me pareció muy chulo y jugar aquí de local es algo increíble. Estoy muy contento en Cangas, me gusta mucho vivir aquí, estoy bien tanto en el pueblo como en el equipo. Me siento muy cómodo».

Antes, había pasado por el Nava, al que llegó cuando estaba en Plata. «Era la primera vez que salía de Italia, con 19 años, y la verdad es que estuve muy a gusto en Nava. Fueron cuatro años, lo pasamos muy bien y el primero fue increíble, ascendimos quedando campeones». Luego, le llegó el momento de mudarse a Valladolid. «Es una ciudad histórica del balonmano y estuve muy bien en los tres años que pasé allí, aunque tuve mala suerte con un par de lesiones», cuenta.

La llegada al balonmano español fue la culminación a un proceso que Nicoló comenzó a cinco kilómetros de su casa. «Por suerte, cerca de mi pueblo hay un equipo muy histórico en el que juega mi hermano mayor. Cuando yo era pequeño, jugaba él con sus amigos y cuando eres pequeño quieres hacer lo que hacen ellos. Yo quería empezar, me hice unos amigos que siguen siendo los mejores y no lo dejé nunca más», dice de sus inicios en el Pallamano Pressano. Desde allí dio el salto al Pallamano Junior Fasano del sur de Italia. Fue cuando estaba cursando dos últimos años del Bachillerato.

El jugador del Cangas no tardó en apreciar las diferencias entre el balonmano de su país y el español: «La Asobal y el sistema de aquí es muy táctico y aprendí muchas cosas que antes no sabía», dice. También le sorprendió el trabajo de base: «La diferencia más grande se nota en las categorías inferiores, cómo se trabaja en la base y como está estructurada la cantera. Aquí trabajan muy bien desde muy pequeños».

No obstante, su balonmano ha crecido en los últimos años y ahora ya se deja ver, con Nicoló en el plantel, en las grandes citas. «Antes el objetivo era clasificarse para las grandes competiciones. El año pasado nos clasificamos al Mundial por primera vez casi en 30 años y en enero vamos al Europeo después de 26».

Antes de esa cita, tiene un largo camino con el Cangas que comienza el domingo (17.30 horas) ante el Logroño, «un equipo muy completo en todos los puestos que juega muy bien al balonmano». Pero a los de O Morrazo les llega en pleno subidón. «Nos vino muy bien ganar después de la derrota dura de la semana pasada. Ahora, con esta victoria, vamos a tener un pelín más de confianza», sentencia.