Despedida agridulce en Mondariz-Balneario a 230 jóvenes refugiados: «Todo o pobo favoreceu esta acollida e convivencia»

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Al menos cuatro migrantes se podrán asentar en la zona gracias a una oferta laboral cercana

16 may 2025 . Actualizado a las 18:43 h.

Mondariz-Balneario ha comenzado esta semana a despedirse de los 230 migrantes que acoge desde enero. No se van todos de golpe, pero el pueblo entero quiso anticipar la despedida con una merienda de convivencia organizada por los vecinos. Un gesto sencillo pero cargado de significado para un municipio de apenas 700 habitantes que ha sido ejemplo de hospitalidad y entrega. La despedida es gradual, y «con honores», dicen los vecinos.

Una decena de ellos hicieron ayer las maletas rumbo a Santander, Gijón y Huesca, donde continuarán su proceso de integración. El resto saldrán escalonadamente hasta el 31 de mayo, como parte del traslado a centros de estancia más prolongada. «O noso é un centro de emerxencia de estadía temporal e agora irán cara a outros con estancia fixa», explica el alcalde, César Gil.

El Concello colabora desde enero con la ONG Rescate, que gestiona este dispositivo de acogida tras la salida en diciembre de otro grupo, de origen maliense, que fue atendido por la oenegé Accem. Lejos de cerrar el ciclo, el municipio apostó entonces por seguir acogiendo, esta vez a personas procedentes de Canarias. Cinco meses después, la valoración es unánime. «Foi un honor, como alcalde e veciño, ver como se involucrou todo o pobo para favorecer esta acollida e convivencia, e para compartir e crear experiencias e vivencias coas achegas dos que xa estamos e os que chegaban», afirma Gil. Muchos vecinos colaboraron de forma voluntaria durante todo el proceso con clases de idioma, acompañamiento y apoyo logístico. «Ata foron os propios veciños os que promoveron esta festa de convivencia na que compartimos unha merenda», destaca el regidor.

Fue una celebración agridulce. «Aínda que, loxicamente, para moitos as oportunidades están en cidades e non nun lugar tan pequeno, créanse vínculos entre todos durante estes meses», añade el regidor. De hecho, algunos no tendrán que marcharse. Al menos cuatro de los migrantes permanecerán en la zona gracias a una oportunidad laboral ofrecida por una empresa de construcción. Les permitirá comenzar a trabajar entre julio y agosto.

El impacto social de esta convivencia es evidente: «Moitos deles coñecéronse aquí e tamén crearon lazos co pobo, e agora teñen que separarse». El recuerdo se queda. Mondariz-Balneario ofreció acogida y construyó convivencia por ambas partes.