Nigrán recibe la donación de una prensa de calcografía de la familia de Ángel Bravo para la Escuela de Grabado
NIGRÁN
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Un legado artístico que impulsará la formación de nuevos grabadores en Galicia
11 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La Escuela Municipal de Grabado del Concello de Nigrán ha recibido una valiosa donación que fortalecerá sus recursos y mejorará la calidad de la enseñanza en este arte. Isabel Bravo, junto a sus cinco hermanos, ha decidido donar a la escuela un tórculo de calcografía de la prestigiosa marca española Azañón, que perteneció a su padre, el reconocido artista pontevedrés Ángel Bravo Cuevas. Esta prensa, que ya se encuentra en funcionamiento en el Faro de Gaifar, es uno de los instrumentos más avanzados y cotizados en el ámbito del grabado, un verdadero ‘Ferrari' de la disciplina, como lo describen desde el propio centro educativo.
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El tórculo, que fue utilizado por Ángel Bravo durante años en su taller personal, llega a la escuela en un estado óptimo tras una simple puesta a punto, después de haber permanecido sin uso durante más de una década. Ahora, se une a otro tórculo idéntico adquirido el año pasado por el Concello de Nigrán, junto con otros recursos como una prensa vertical y un pequeño tórculo adicional. Con esta incorporación, la escuela, que desde su inauguración en 2008 ha formado a decenas de alumnos en el arte del grabado, se consolida como un referente en Galicia en esta especialidad artística, única en su tipo en la región.
«Esta donación é unha mostra do profundo vínculo emocional que a familia de Ángel Bravo mantén con este tórculo, e do seu desexo de seguir contribuíndo á ensinanza do gravado na rexión. Estou convencida de que o meu pai estaría moi feliz de saber que o seu tórculo está agora ao servizo de mozos e adultos que queren aprender este arte tan fascinante», explica Isabel Bravo, hija del artista, en una entrevista. Isabel recuerda que su padre, a pesar de ser empresario textil de profesión, nunca abandonó su pasión por el arte, dedicándose al grabado desde su juventud. Fue autodidacta y, a lo largo de su vida, estableció su propio taller, especializándose en técnicas como el aguafuerte y el grabado en linóleo.
La Escuela Municipal de Grabado, que actualmente cuenta con 20 alumnos, ha experimentado un importante crecimiento en los últimos años. La rehabilitación del Faro de Gaifar, donde se ubica el centro desde 2021, ha permitido a la escuela disfrutar de un espacio renovado y adecuado para las clases. Con la llegada de este nuevo tórculo, la escuela ha conseguido un equipo de primera calidad, lo que se traducirá en clases más dinámicas y con un aprovechamiento mucho mayor del tiempo de los alumnos.
Ana Barbará, profesora de grabado en la escuela, destaca la importancia de esta donación para la calidad de la enseñanza. «O tórculo Azañón é recoñecido mundialmente como un dos mellores instrumentos para a calcografía. A súa incorporación mellora enormemente as nosas clases, xa que facilita o traballo dos nosos alumnos, optimizando o tempo de traballo e permitindo unha maior precisión nas técnicas. Ademais, a marca Azañón é sinónimo de excelencia no mundo do gravado, polo que é un luxo contar cunha prensa deste nivel na nosa escola», explica la docente.
Por su parte, el alcalde de Nigrán, Juan González, agradeció públicamente la generosidad de la familia Bravo. «Estamos moi agradecidos por esta doazón, que non só mellora a infraestrutura da escola, senón que tamén nos permite seguir impulsando o arte do gravado na nosa comunidade. Ademais, estamos comprometidos a divulgar a figura de Ángel Bravo e o seu legado artístico entre os nosos veciños e, especialmente, entre os nosos alumnos de gravado. É un honor poder contar cunha prensa tan emblemática, que ten unha historia tan rica e significativa», señala González.
La figura de Ángel Bravo Cuevas, nacido en Turégano (Segovia) en 1927, fue fundamental para la divulgación del grabado en Galicia. Llegó a Pontevedra a los 11 años, donde entró en contacto con un grupo de aficionados al grabado, liderado por el reconocido pintor y escritor Castelao. Fue en este grupo donde Ángel comenzó a aprender las primeras técnicas del grabado, especialmente el grabado en linóleo, que Castelao había introducido en Galicia tras su viaje a Europa. A lo largo de su vida, Ángel Bravo no solo perfeccionó sus técnicas y se dedicó a crear obras de gran calidad, sino que también tuvo una vocación pedagógica que lo llevó a enseñar grabado en diversas instituciones.
Su pasión por enseñar y difundir el grabado fue un pilar fundamental de su carrera. «O meu pai sempre foi un gran mestre. Aínda que a súa profesión principal era a de empresario textil, a súa verdadeira vocación era o arte, e a súa paixón por ensinar aos demais sobre o gravado era inmensa. Deu clases na Deputación de Pontevedra e sempre estivo disposto a compartir os seus coñecementos cos demais. Estou segura de que estaría moi contento de ver que o seu tórculo segue en uso e que agora forma parte dunha escola onde se ensina a novas xeracións o arte que tanto lle apaixonaba», explica Isabel Bravo, filla del artista.
Este gesto de generosidad no es el primero de la familia Bravo hacia la cultura local. Recientemente, la familia también donó una importante obra de arte al Museo de Pontevedra, y la ciudad de Nigrán ha sido testigo de otras iniciativas de apoyo al arte y la cultura por parte de los hijos de Ángel Bravo. La escuela de grabado, que lleva 17 años funcionando, se beneficia ahora de este nuevo equipo, que permitirá a los alumnos continuar su formación en un entorno más profesional y equipado.
Con este nuevo tórculo, el Concello de Nigrán no solo fortalece su oferta educativa, sino que también rinde homenaje a la figura de un artista que dejó una huella imborrable en la cultura de Galicia. La Escuela Municipal de Grabado sigue consolidándose como un referente en la formación en grabado en la región, y esta donación es un paso más para garantizar que el legado de Ángel Bravo Cuevas perdure en el tiempo.
Este tipo de iniciativas, que impulsan la cultura y el arte en la comunidad, no solo benefician a los estudiantes de la escuela, sino que también enriquecen la vida cultural del municipio, permitiendo que el arte del grabado siga vivo y en constante evolución en Galicia.