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La avenida lleva clausurada desde agosto después de que la Policía Local multara a uno de los dueños por aparcar mal
15 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Unas rejas impiden atravesar un tramo de unos 100 metros de calle asfaltada por el Ayuntamiento en el centro de O Porriño. Es la prolongación de la avenida de Pontevedra, que los vecinos han venido utilizando con total libertad desde los últimos 11 años. El pasado mes de agosto, las dos familias propietarias del vial decidieron cerrarlo al público para sorpresa. Vecinos y comerciantes han comenzado a movilizarse y recientemente presentaron más de 500 firmas en el Concello interesándose por su apertura. Lo que a todas luces parecía una avenida más del centro urbano de O Porriño no era tal y sus legítimos dueños hicieron valer sus derechos. El detonante pudo ser una multa que la Policía Local puso a uno de los titulares por tener su coche mal aparcado en dicho tramo. El hombre acudió al entonces alcalde, Nelson Santos, para que le retirara la multa, puesto que no veía lógico que los agentes lo sancionarán por estacionar su vehículo dentro de su propiedad. El Concello no se la quitó y, poco tiempo después, apareció la valla que cierra el paso. No obstante, el hombre negó ayer que la prohibición del acdeso tenga relación con la multa que le pusieron.
La medida ocasionó un trastorno a cientos de usuarios que utilizaban este vial para dar la vuelta a la manzana o bien para buscar un lugar donde aparcar. Los comerciantes se resienten porque dicen que han visto reducida su clientela desde que ya no pueden pasar por esta zona paralela a la Avenida de Galicia.
Cuando hace más de una década se llevaron a cabo las obras de construcción del aparcamiento público de la Avenida de Galicia, los dueños hicieron el favor al Ayuntamiento de ceder parte de su propiedad para que pudiera pasar la maquinaria y agilizar las obras. Pese a que era un permiso temporal, una vez que concluyeron los trabajos, el paso continuó abierto y el Ayuntamiento lo asfaltó y señalizó. Los usuarios lo tomaron como una prolongación de la calle Pontevedra, pese a que no se trata de ningún vial público.
Los vecinos y comerciantes reclaman al ayuntamiento que gestione la reapertura de este tramo. «Es muy importante para la vida de los establecimientos y vecinos de la Avenida de Galicia y las calles Pontevedra, Coruña y el barrio de Os Currás», señala un portavoz de los afectados.