Olvidados en tierra de nadie de Torneiros

alejandro martínez O PORRIÑO / LA VOZ

O PORRIÑO

Alejandro Martínez

Ningún organismo se hace cargo del arreglo de los accesos a una urbanización donde viven 128 familias de O Porriño

31 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El recinto de acceso a un edificio de viviendas sociales de Torneiros donde viven 128 familias se encuentra en un pésimo estado mientras la Xunta y el Concello se pasan desde hace años la pelota sobre cuál de las dos administraciones debe hacer frente a las reparaciones. Los vecinos sufren a diario un espacio degradado de baja calidad constructiva que no ha experimentado ninguna reforma durante los últimos 20 años. Es la conocida Fase 5 del polígono residencial, cerca de las instalaciones de Aimen y del Instituto Ribeira do Louro.

Las losetas del pavimento están rotas, levantadas y algunas han desaparecido. Una de las rampas para salvar el desnivel existente está impracticable para personas que se mueven en silla de ruedas y resulta fácil tropezar. Las vallas protectoras se han roto y el Concello ha encontrado un apaño colocando unas barreras de plástico para impedir que la gente pueda caerse desde una altura de más de tres metros. El suelo es permeable y cuando llueve con intensidad se inundan los garajes, porque además tampoco funciona el desagüe de la entrada.

«Llevamos 15 años luchando por esto y no hemos conseguido nada», afirma impotente Manuel Antonio Pérez Bugarín, vecino de la zona. Lo único que han logrado hasta ahora han sido promesas de todos los alcaldes que han pasado por la Casa Consistorial desde que comenzaron las reivindicaciones. Promesas de que incluirían en los presupuestos una partida para arreglar la explanada de la urbanización y que nunca han visto materializarse.

La administradora de la comunidad explica cuál es el problema. «En la división horizontal figura que el promotor se reserva el derecho de ceder esta zona al Concello. Al parecer, no se hizo en su día. La Xunta dice que tampoco es suyo y en el Ayuntamiento, tras ocho reuniones con diferentes alcaldes tampoco lo saben y están dilucidando a ver de quién es la titularidad», señala.

Los vecinos de la Fase 5 de Torneiros viven así rodeados de una tierra de nadie que se encuentra en un completo estado de abandono. Y así nadie les soluciona los estropeados accesos a sus viviendas. Ni siquiera ellos mismos lo pueden hacer, puesto que el lugar no les pertenece y porque además las familias que viven allí tienen unas economías muy modestas que no podrían afrontar ese gasto.

El Ayuntamiento solo corta el césped de la urbanización y hace años construyó una rampa para un vecino con movilidad reducida. «Si hay un accidente, ¿de quién es la responsabilidad?», se pregunta la administradora.

Los residentes ya han agotado todas las vías de diálogo tras reunirse en numerosas ocasiones con los representantes políticos. Manuel Antonio afirma que «nos están tomando el pelo total. Aquí se ha caido gente mayor y niños se han partido brazos y llevamos 15 años así».

Pérdida de aval

Este vecino lamenta que si las administraciones se hubiesen hecho cargo antes, el coste sería mucho menor y además había un aval de 70.000 euros que pudo haberse invertido. «Dejaron pasar los diez años y se fastidió el aval. Ahora no se quieren hacer cargo. La última vez que fuimos al Concello no nos atendieron. Esto es una verguenza», dice.

Manuel Suárez, otro propietario, destaca que la humedad está destrozando la estructura que aguanta la placa. «Nos cae agua encima del coche», lamenta Amelia, otra de las residentes. Marcos, que está en silla de ruedas, afirma que «andar por aquí es inviable, hace un rato casi me caigo por tropezar con una baldosa de esas y ya no sabemos cómo decir las cosas».

«Mi hermana, que está en Aceesca, se cayó dos veces por aquí. No la puedo volver a dejar pasar», señala Ángeles.

Los residentes están dispuestos a emprender movilizaciones para que alguna administración atienda sus demandas porque ya están cansados de pedir las cosas por las buenas mientras la situación se vuelve insostenible.