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Manu Losada regresa al Porriño, cuya oferta de renovación rechazó hace un año porque acababa de ser padre
09 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Manu Losada está de vuelta en la que considera su casa. Cuando el Porriño que dirigía hace un año no pudo conseguir el objetivo de salvar la categoría y retornó a Preferente, el club renovó su confianza en él y le ofreció la renovación. Pero tenía claro que sus prioridades eran otras. «Como iba a ser padre, decidí echarme a un lado para centrar mi atención en mi hijo. Le había dado mi palabra a mi mujer de que no iba a entrenar y en la vida tienes que saber dónde estar en cada momento», cuenta.
A eso se sumaba el «desgaste grande» de un año duro en el que las cosas no fueron como deseaban. Pese a ello, tenía «la motivación de luchar por volver a ascender», pero dijo no valorando que el club quisiera seguir contando con él. «Siempre es de agradecer que cuando las cosas no salen bien confíen en uno», expresa. Los primeros meses le supusieron cierta relajación por «despistar un poco el cerebro» del fútbol, pero según pasaba el tiempo, le iba picando el gusanillo.
Además, en todo momento tuvo claro que era algo temporal y, de hecho, ya mediada la temporada pasada colaboró con el Mos «por amistades» y para echar una mano. Lo que no esperaba era la llamada del Porriño, pues el regreso en absoluto era algo pactado cuando se fue. «Me transmiten que el año pasado no fue lo que ellos buscaban, me hacen una oferta y entiendo que debo aceptarla», señala.
Losada se había ido dejando las puertas abiertas, como trata de hacer siempre porque «la vida es muy larga y te puedes reencontrar en el futuro». Ese reencuentro con el Porriño le llega antes de lo que había previsto. «No era algo planificado, no pensé que me pudieran llamar ni pretendía volver. Pero fue una alegría porque vuelvo a la que entiendo que es mi casa». Va a vivir su tercera etapa, con experiencia anterior tanto en el primer equipo como en la base.
Con el conjunto sénior, de hecho, logró el ascenso a Tercera y ahora, aunque le parece muy precipitado marcar ese objetivo, sí se muestra ambicioso. «Sería muy heavy por mi parte hablar de eso en junio, pero vamos con la intención de hacer un buen año y estar lo más arriba posible», indica. Y destaca que va «de la mano con el club» en una misma idea.
En cuanto al plantel, ha habido bastantes cambios desde que se fue y prevé más. «La idea es que haya cierta evolución, entradas y salidas para compensar estos últimos años», comenta. Buscarán el equilibrio entre mantener a jugadores de la casa y traer a «jóvenes con ganas e ilusión y que vean el Porriño como un lugar donde crecer y evolucionar futbolísticamente».
El Porriño, pese a ser el club más grande del municipio, tendrá a los otros dos, Pontellas y Atios, por encima este curso. «Es algo que está en la calle, pero no me quita el sueño», introduce. Es partidario de centrarse en ellos. «El Porriño tiene que trabajar por su lado para llegar a esa categoría porque creo que es donde debe estar. Si el Atios y el Pontellas están ahí, será porque han hecho las cosas mejor o por circunstancias», indica. «Queda felicitarles y que disfruten de las temporadas que puedan estar ahí».