Dos atracadores armados con cuchillo y pistola roban un banco en O Porriño

Dos hombres asaltaron ayer una de las sucursales de Abanca en la localidad de O Porriño. Ocurrió justo a la hora de cierre de la oficina, ubicada en la avenida de Buenos Aires. Sobre las dos y cuarto de la tarde, los hombres accedieron a la entidad como cualquier otro cliente. A esa hora ya solo quedaban dos trabajadores en el banco. Ya en el interior de las instalaciones, los asaltantes, que llevaban puestas unas gorras y mascarillas para dificultar su identificación a través de las numerosas cámaras de seguridad que blindan todas las oficinas bancarias, sacaron las armas que portaban dejando claras sus intenciones. Uno de ellos llevaba un arma corta y otro un cuchillo de grandes dimensiones con el objetivo de amenazar y amedrentar a los trabajadores de la entidad bancaria.

Fue así como consiguieron hacerse con un botín que, al parecer, supera los 60.000 euros. Según testigos presenciales, el mobiliario de las instalaciones estaba bastante movido, como si los atracadores hubieran estado buscando algo o forzando algún mueble, si bien ninguna fuente oficial ha confirmado este extremo.

Uno de los atracadores iba vestido de calle, con pantalón negro y jersey rojo y el segundo llevaba puesto ropa de trabajo, por lo que nada hizo sospechar a las personas que estaban dentro de las instalaciones sobre las oscuras intenciones de los últimos clientes que entraban al banco en el día de ayer. Además, justo delante de la sucursal, se están ejecutando las obras de humanización que arrancaron hace unos meses y que suponen una inversión de casi un millón de euros por parte de la Xunta. Esta circunstancia hace que sea aún más habitual que cualquier obrero acuda a la sucursal sin cambiarse el traje y, por ello, nada levantó las sospechas cuando los atracadores irrumpieron en la oficina de Abanca.

La sucursal está emplazada en un nudo vial que facilita los movimientos ya que está en la carretera que comunica O Porriño con Gondomar, pero también entronca con los enlaces de la autovía A-55, tanto hacia Vigo como hacia Portugal. La Guardia Civil desplegó de inmediato varias patrullas de Tráfico para intentar seguir la pista de los asaltantes que, se supone, huyeron en coche, en cuanto saltó la alarma y un empleado pudo alertar de lo sucedido. A última hora aún no se había practicado ningún arresto. No se descarta que haya un tercer implicado que pudiera estar esperándoles en el vehículo para facilitar la salida de los atracadores. La Guardia Civil está al frente de la investigación, con la Policía Local. Las cámaras pueden ser claves en el caso.

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