La CIG demanda a Lonza Biologics de O Porriño por el despido de una trabajadora «víctima de acoso laboral»
O PORRIÑO
La central sindical solicita la nulidad del despido y una indemnización de 30.000 euros por daños
29 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El Juzgado do Social de Vigo acoge este jueves el juicio por vulneración de derechos fundamentales que enfrenta a la central sindical CIG con Lonza Biologics del Porriño, «tras el despido de una trabajadora víctima de acoso laboral». La demanda presentada por la CIG exige la nulidad del despido y una indemnización adicional de 30.000 euros por los daños sufridos.
Desde la CIG explican que el acoso sufrido por la trabajadora a manos de sus superiores jerárquicos le provocó un cuadro de ansiedad, que acabó derivando en una incapacidad temporal. Tras este episodio, afirman, la afectada solicitó una baja voluntaria y aceptó una oferta de trabajo en otra empresa. Sin embargo, los responsables de la dirección de Lonza la convocaron a una entrevista en la que le preguntaron por su decisión de causar baja voluntaria. Durante esa reunión, añaden, la trabajadora relató «con todo detalle» la situación de acoso a la que estaba siendo sometida. En esa conversación, los directivos le aseguraron que intervendrían y cambiarían la situación. «Fíxéronlle crer que a empresa ía actuar e cambiar a situación», sostienen desde la central sindical.
A pesar de estas promesas, argumenta la CIG, la empresa no activó el protocolo de acoso, ni tomó ninguna medida efectiva. «As persoas sinaladas pola afectada eran coñecedoras da denuncia e intensificaron a presión sobre ela», detallan. Un mes después, en una reunión celebrada el 18 de marzo con los responsables del departamento y el director de la compañía, la trabajadora recibió una oferta de «protección» por parte de la dirección. No obstante, un mes después de haber sido convencida de no causar baja voluntaria, la trabajadora, dicen, fue despedida sin que se iniciara ningún proceso para resolver el acoso laboral. «A empresa recoñeceu a improcedencia do despido», indican desde la CIG.
Como consecuencia de esta actuación, la trabajadora perdió una oportunidad laboral con un salario mucho más alto que el de Lonza, viéndose además en situación de desempleo. Por todo ello, la CIG solicita la nulidad del despido y una indemnización por el daño causado, así como por la «actuación neglixente» de la empresa en cuanto a la protección de la salud de la trabajadora.