La localidad comenzó sus particulares juegos, que se extenderán todo el fin de semana
13 jul 2025 . Actualizado a las 01:00 h.«¿Qué han hecho los romanos por nosotros?», se cuestionaban en una de las escenas más icónicas de La Vida de Brian. El acueducto, el alcantarillado o las carreteras son algunas de las aportaciones que destacan los protagonistas a regañadientes, sin embargo, en O Porriño no dudan en ningún momento de la importancia romana y así han querido demostrarlo. «La tierra que pisáis, ¿de quién es? ¡De Roma!», proclamaba el pueblo a viva voz instantes antes de comenzar el desfile de la antorcha olímpica de la Porrigalia.
Desde el templete de San Luis, las milicias imperiales y el pueblo llano partieron en dirección a la plaza del consistorio en una procesión marcada por el paso ceremonial de los soldados. La presencia más sorprendente y emotiva fue la de los miembros de la Asociación Española contra el Cáncer. Todos debidamente arreglados con las túnicas de la época quisieron concienciar a la gente y mostrar su apoyo a todos los enfermos optando por el color verde en su vestimenta. Un tono que alude, aprovechando el contexto de la festividad, al laurel, como signo de triunfo de la cultura grecorromana tras las batallas, en este caso, la lucha contra el cáncer.
Más de un centenar de personas, correctamente vestidas con atuendos y armaduras de la época, siguieron a las tropas romanas por un centro histórico, engalanado para la ocasión. Desde guirnaldas con motivos florales uniendo ambos lados de la calzada hasta estandartes con el acrónimo SPQR decorando las farolas, todo el lugar estaba listo para sus particulares Juegos Olímpicos de este fin de semana.
Personajes de ciencia ficción y de la cultura gallega se juntaron a las puertas del Concello, regalando a todos las presentes estampas para el recuerdo. Niños pequeños intentando amedrentar a Obélix (representado por el artista Tonhito de Poi), familias bailando al son de los tambores y trompetas de la legión o los dirigentes políticos del lugar con la apariencia de ir al palco de honor del Coliseo, fueron algunos de los momentos más destacados.
Agrupado el vulgo en el centro de la villa, el influencer Miguel Mandayo, junto al anteriormente citado Obélix (Tonhito de Poi) y Pepo Suevos, en el papel de rey castreño, se encargaron de encender la antorcha olímpica: ¡O Porriño, quedan inaugurados los Juegos!.