El marido de una usuaria mata a machetazos a una trabajadora de 48 años de atención a domicilio de O Porriño

O PORRIÑO

El detenido por la Guardia Civil, que fue carnicero y tiene 73 años, ha sido derivado a psiquiatría del hospital; la mujer comunicó a la CIG el día anterior que sufría acoso sexual
29 jul 2025 . Actualizado a las 17:10 h.La parroquia de Atios se acostó en la madrugada de ayer al ritmo de las orquestas Panorama y Panamá. Las luces y el sonido se apagaron a las 5.00 horas. El silenció imperó hasta la mañana. Cerca del campo de la fiesta, al final del camino que vertebra la aldea de Portela do Souto, minutos después de las 9.00 horas, se escuchó un grito que rompió la calma y desveló a los vecinos más cercanos. Procedía de la casa de Enrique Leirós y su mujer; un matrimonio que reside de siempre en esta aldea del perímetro de O Porriño. Teresa de Jesús González, de Mos, afincada en O Porriño y de 48 años, accedió a la vivienda como casi todas las mañanas para desempeñar su trabajo del servicio de ayuda en el hogar (SAF, por sus siglas en gallego) del Ayuntamiento de O Porriño.
Enrique la esperaba fuera de la casa, en la pequeña explanada de acceso a la finca. Se desconoce si de manera premeditada o improvisada, pero Leirós, presuntamente, mató a Teresa de varios machetazos, algunos en la cabeza. La mujer murió en el acto, entre gritos que despertaron a la familia que reside en la vivienda anexa. Ellos se acostaron tarde la víspera. Disfrutaron de las fiestas parroquiales con amigos, pero poco después de las nueve de la mañana, los desveló un grito. No sonó bien, salieron de la cama, se acercaron a la ventana, pero no vieron nada. A las pocas horas, conocieron el origen y motivación de aquel chillido.
Fuentes de la CIG confirman que el día anterior, Teresa había denunciado en el sindicato que sufría una situación de acoso sexual en la vivienda. Según declaró el sindicato a las agencias, la mujer quería dejar el domicilio y pidió consejo para hacer los trámites. Al día siguiente volvió al trabajo, donde murió asesinada. Tenía previsto hablar esta misma jornada con su delegada sindical.

Un cuñado de Leirós, hermano de su mujer, alertó de la tragedia. Llegó a la casa por la mañana y se encontró la escena del crimen en la parte exterior de la vivienda. La presencia de la Guardia Civil implicó un despliegue de agentes para analizar la escena del crimen. Enrique Leirós presentaba manchas de sangre en el cuerpo y la ropa que lo sitúan junto a la víctima en el momento de su muerte. Habló con los agentes y reconoció por momentos la autoría de la muerte. Evidenciaba estar desorientado y realizaba manifestaciones incoherentes. La Guardia Civil lo arrestó como presunto autor del crimen de Teresa de Jesús. Su evidente mal estado obligó a trasladarlo al Hospital Álvaro Cunqueiro para ser atendido. A mayores, su mujer, fue trasladada a un centro de día para no presenciar el despliegue policial que revisaba el interior de la casa familiar y recogía vestigios biológicos en la parte exterior del inmueble.
Conocer la motivación del crimen resulta la gran incógnita de la investigación. La víctima llevaba dos años trabajando en la vivienda de Leirós y su esposa. Ella sufrió un ictus hace años, y Teresa de Jesús ejecutaba la tareas del hogar como empleada de la empresa externa contratada por el Ayuntamiento de O Porriño para este servicio. «La parte fundamental es la víctima, es una tristeza enorme, un panorama dantesco», confesó el alcalde, Alejandro Lorenzo, tras presenciar la escena del crimen. Se sabe que Teresa de Jesús no figuraba en la base de datos de VioGén, por lo que, «con todas las cautelas, no hay ningún indicio que apunte hacia la violencia de género como causa de los hechos», explican fuentes oficiales.

La jueza de guardia en este partido judicial autorizó el levantamiento del cadáver en medio de un operativo que cortó el acceso a la aldea. La muerte violenta de Teresa de Jesús sorprendió a los vecinos de esta parroquia en fiesta. La incredulidad precedió al asombro y la consternación por la forma de morir de la víctima. También por la responsabilidad del presunto autor, un vecino de toda la vida en la zona sin antecedentes violentos.
La conselleira de Política Social, Fabiola García, confirmó que una trabajadora social y una psicóloga están a disposición de la madre de la mujer fallecida, así como que la esposa del presunto homicida ha sido derivada a un centro residencial.

Desde Agesaf, patronal gallega del sector de ayuda a domicilio, trasladaron a la familia de la trabajadora fallecida en el ejercicio de sus funciones sus condolencias. «Todo el personal del servicio de ayuda a domicilio ofrece lo mejor de sí cada día para atender a miles de personas y llegar a todos los rincones de Galicia, por lo que les trasladamos también a ellas nuestro más sentido pesar por lo sucedido a su compañera. Es nuestro deseo acompañar a las familias, a las plantillas, a la Administración local y a la autonómica nuestra más firme voluntad de evitar estas luctuosas circunstancias en el futuro», señalaron.