La categoría reina del Campeonato de España bajó el telón con el rosaleiro estrenándose y con el vigués séptimo en la general
20 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El Campeonato de España de Trial hizo parada en la localidad de Valderrobres, en Teruel, y hasta allí se desplazaron los tres pilotos de la zona que están inmersos en la competición, Jorge Casales, Gabriel Marcelli y Martín Riobó. Los dos primeros tomaron la salida en la categoría reina, y con similares resultados, mientras que Martín, que se había lesionado en el entrenamiento del sábado, no pudo concluir la competición.
Jorge Casales llegaba a la última cita del campeonato en la categoría TR1 como séptimo clasificado, y ese fue su puesto final, ya que marcó la sexta mejor tarjeta de la tarde, sin que esa clasificación tuviera trascendencia en el global.
Casales, que ya se estrenó con Vertigo, su nuevo equipo y su nueva moto, marcó una tarjeta de 44 puntos que se quedó bastante lejos de la quinta plaza que ocupó Jeroni Fajardo, que tuvo 30 puntos. La victoria se la llevó Toni Bou, que tan solo hizo una tarjeta de 10 puntos, seguido de Adam Raga, con 11 puntos, y de Jaime Busto, que fue tercero con 22 puntos.
La prueba de Valderrobres fue especial para Gabriel Marcelli. El campeón de TR2 aprovechó la cita de Teruel para dar el salto y estrenarse en la categoría reina, y las primeras sensaciones fueron positivas. El piloto de O Rosal cosechó un digno séptimo puesto a tan solo un punto de Jorge Casales y por delante de trialeros mucho más experimentados, como es el caso de Albert Cabestany. Marcelli, a los mandos de una Montesa, marcó una tarjeta de 45.
«La prueba ha ido muy bien, tanto el feeling con la moto como con la categoría. Todo me fue bien menos un par de fallos, pero al final el resultado ha sido mejor de lo esperado», señalaba el deportista a la conclusión de la competición, que pone punto y final a la temporada en la categoría reina, aunque en TR2 todavía queda una última parada, en Siete Aguas, Valencia.
Martín Riobó abandonó
La lesión en una mano que sufrió Martín Riobó en los entrenamientos le pasó factura ayer. El cangués, con un dedo roto, cubrió la primera pasada, pero en la segunda la inflamación y el dolor no le permitieron seguir compitiendo, por lo que tuvo que bajarse de la moto.