El alcalde de O Rosal, Jesús María Fernández, sorprende al dejar el cargo por llegar a la edad de jubilación, tras 19 años al frente del Concello
16 ene 2018 . Actualizado a las 05:30 h.Jesús María Fernández (PP) entró en el Concello de O Rosal en el 1991. Y nunca lo dejó. Después de su etapa como concejal de Cultura, llegó a la alcaldía y encadenó cinco mayorías absolutas consecutivas. Será la teniente de alcalde, María del Carmen Alonso, la que le sustituya al frente del gobierno hasta las próximas elecciones.
-¿Por qué ha decidido dar este paso a un lado?
-Acordamos que era la última legislatura y que al cumplir 65 años me jubilaba. Es una cuestión simplemente de edad y de dejar paso a gente que venga con nuevas ideas. Creo que hay que ser conscientes de que cuando llega cierta edad hay que dar un paso al lado.
-Cuando ganó las elecciones en el 2015, ¿ya tenía decidido dejar el cargo?
-Más o menos sí. Fue el acuerdo que se tomó en el grupo municipal.
-¿Se veía con fuerzas para seguir?
-En mis trabajos me gusta estar al 100 %. Podría seguir, pero ¿cuánto más? No es lo mismo estar a tope con 65 años que con 50. Ahora estoy al 100 % pero uno ya empieza a flaquear un poco. Ahora soy abuelo y la familia también requiere que le preste más atención.
-Una vez deje la alcaldía, ¿a qué va a dedicar su tiempo?
-Le estoy dando vueltas. Mis compañeros incluso me dicen que me voy a aburrir. Intentaré dedicárselo sobre todo a la familia. Y después, pasear, relajarme, alguna actividad para llenar el tiempo libre...
-Cuando entró como concejal en la corporación en el 1991, ¿se esperaba llegar a ser alcalde durante 19 años?
-No. Cuando entré como concejal lo hice por colaborar un poco en el tema cultural de O Rosal. Estuve ocho años siendo concejal de Cultura y luego las circunstancias me llevaron a ser candidato a la alcaldía. Yo soy maestro y nunca me he dado de baja como funcionario del Estado. Seguí cotizando como profesor pensando que mi paso por la política iba a ser transitorio. Pero desde el 1999 hasta hoy nunca pensé que contaría con el apoyo mayoritario del pueblo. Y ahora llego a la edad de jubilación siendo alcalde. Tengo que agradecer a los vecinos que hayan depositado su confianza en mí durante tantos años. Han sido cinco mayorías absolutas.
-¿Cuál cree que es la imagen que le quedará a los vecinos de sus años como alcalde?
-Habrá quien opine bien, otros regular y otros mal. Nunca se gobierna a gusto de todos. Trabajé para todos igual, pero hay cosas que se pueden conseguir y otras que no.
-¿Cree que le faltó algo por hacer en estos años o que pudo haber hecho mejor?
-Claro que hay aciertos y errores. Siempre quedan obras por hacer, pero he trabajado honradamente y con transparencia. Por eso me voy con la tranquilidad de haber intentado hacer las cosas lo mejor posible.
-¿Cree que su renuncia puede afectar electoralmente a su partido en las próximas elecciones?
-Espero y deseo que no. El relevo se hará con naturalidad para que el partido no salga mal parado. Al contrario. Creo que renovarse siempre es bueno.
-¿Ya tienen en mente algún candidato para el 2019?
-En absoluto. Ahora se hará el relevo, tal y como marca la ley. Y luego los compañeros verán cómo afrontar el futuro.
-¿Cuál ha sido su peor momento en estos 19 años como alcalde?
-Puede que hubiera más de uno. Hay momentos que te dan satisfacciones y otros que dan bastantes sinsabores. Pero la política es así y hay que asumirlo. Los buenos son para recordar y los malos para pasarlos al olvido. Buenos, muchos. Malos, algunos.
-¿Cómo recuerda el episodio en el que treinta preferentistas se encerraron en el Concello?
-Fue un episodio totalmente injusto. Es algo que pasó a la historia y para olvidar.
-¿Cómo se ha tomado la oposición su renuncia?
-Hasta el momento no he tenido contacto con ellos. Son ellos los que tienen que opinar, no yo.