El realismo de los elefantes provocó una denuncia de ecologistas en Francia, desveló a Pablo Motos y a Marron el director de la Fiesta Escénica, Abel Martín
07 nov 2024 . Actualizado a las 23:28 h.Los animales robotizados con los que la compañía La Fiesta Escénica de Oia ha revolucionado el mundo circense desembarcaron este miércoles en El Hormiguero y causaron sensación. Los primeros en entrar en plató fueron los osos polares animatrónicos, que fueron los primeros creados por esta compañía y que ya han recorrido el planeta llegando incluso a Nueva York y después lo hicieron los camellos bajo la atenta mirada de Pablo Motos y el cantante puertorriqueño Raw Alejandro, que presentaba su último disco titulado Cosa nuestra.
Pablo Motos bromeó sobre la temperatura a la que trabajan los artistas que se enfundan estos robos y se sorprendió al saber que la temperatura en el interior alcanza los 45 grados, según le confirmó el director de la compañía Abel Martín.
Todos aplaudieron no solo el resultado de cada una de las creaciones que ya están en plantilla y componen la particular Arca de Noé de la Fiesta Escénica, sino el fin pretendido, «porque queremos que se mantenga intacto en el espíritu con el que nació el circo, construyendo robots de los animales que siempre han formado parte del mayor espectáculo del mundo para entusiasmo de todos», indicó Abel Martín, Los aplausos del público, de Motos o de Marron, que agradeció a Martín «traernos esta maravilla», animaron una presentación que arrancó con los osos bailando la conga en medio del plató.
Hubo que salir después afuera para conocer la última creación de la compañía. Acompañado de tres de los miembros de la manada de elefantas que acaban de incorporarse a la familia de la Fiesta Escénica, Abel Martín desveló el percance sufrido recientemente en uno de los espectáculos con los que debutaron. Un colectivo ecologista denunció al circo Reves du Cirque en Poitiers. «No solo traéis elefantes sino que os atrevéis a anunciarlo», explicó que le recriminaron debido al realismo de los monumentales ejemplares, de 450 kilos de peso y más de tres metros de altura. Al parecer, la denuncia quedó en anécdota una vez que este colectivo ambientalista acudió a las instalaciones y comprendieron que los elefantes no son de carne y hueso sino de resina, fibra y látex. Abel Martín, preguntado por Pablo Motos, anunció que ya tienen pedidos de sus creaciones para un nutrido grupo de los circos más prestigiosos del mundo y que, su próximo objetivo, a un año vista, es conseguir que los elefantes puedan moverse por sí solos «para hacer los números propios de subirse a un taburete o pasar por un aro».