La Guardia Civil frustra una nueva fiesta rave en Ponteareas quince días después de Mos
PONTEAREAS

Los agentes blindaron la cantera de Cillarga al detectar el montaje del escenario y los equipos de música
27 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La Guardia Civil vuelve a poner freno a las fiestas clandestinas en el sur de Pontevedra. Apenas quince días después de abortar una rave improvisada en Mos durante el Viernes Santo, los agentes frustraron esta madrugada otra celebración ilegal en Ponteareas, en una antigua cantera de la zona de Cillarga.
El lugar, que cesó su actividad extractiva hace unos diez años tras décadas dedicado a la obtención de áridos graníticos, inició en 2016 un proceso de recuperación ambiental con la plantación de seis hectáreas de pino marítimo y especies arbustivas para crear una nueva zona verde.
La fiesta, de tipo rave —una celebración de música electrónica improvisada en lugares apartados y sin permiso—, ya había comenzado a levantar parte de la infraestructura cuando llegaron las patrullas. Según pudo avanzar La Voz, en la antigua cantera se habían desplegado equipos de sonido, montado un pequeño escenario y empezaban a concentrarse numerosos jóvenes procedentes de varios municipios de la comarca. Las patrullas del instituto armado intervinieron de inmediato: identificaron a todos los presentes y blindaron los accesos para impedir que llegaran más participantes.
La actuación, que se produjo alrededor de la medianoche, evitó que la rave llegara a consolidarse. La logística instalada y el flujo de asistentes hacían prever una fiesta de grandes dimensiones, similar a la abortada días atrás en Mos.
En aquella ocasión, en el merendero de A Gándara, la Guardia Civil sorprendió a unas 40 personas: una decena montaba el escenario y más de 30 jóvenes llegaban caminando tras el corte de acceso a vehículos. El dispositivo, que contó con la participación de la USECIC, Tráfico y patrullas de la compañía de Vigo, logró disolver la concentración de manera ordenada y sin incidentes.
Con estos dos operativos consecutivos, la Guardia Civil refuerza su control sobre espacios rurales y áreas rehabilitadas susceptibles de ser usadas para macrofiestas clandestinas, priorizando la prevención de riesgos y la protección de entornos naturales recuperados.