La ruta de los cráteres que sortean 500 escolares de Redondela a diario

Monica Torres
mónica torres REDONDELA / LA VOZ

REDONDELA

M.MORALEJO

El Concello dice que ya se contrató el arreglo del firme y que se hará en marzo

20 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

«Subir al colegio es una odisea. Los autobuses casi no pueden pasar y hay que sortear socavones, piedras y cascotes que se desprenden del asfalto, con el que consiguiente riesgo para todos», explica Jéssica Rueda. La madre de dos alumnos del colegio Vigo de Rande en Redondela ha emprendido una recogida de firmas que en veinticuatro horas ya había recibido más de 120 respaldos.

Padres, profesores del centro y vecinos de la zona llevan años «esperando por promesas sin cumplir y no podemos seguir así». Son residentes o usuarios habituales del camino Coto do Coello, en Rande, en la parroquia de Cedeira. Este vial es el principal acceso de acceso al centro educativo desde la carretera Nacional 552 (Vigo-Redondela), «pero también da servicio a cuatro barrios», explica Alfredo Carrero. Eso quiere decir que además del colapso habitual en las inmediaciones de cualquier colegio en horas punta, «no disponemos de margen porque es una carretera estrecha y llena de baches». «Circular es imposible muchas veces, porque hay que andar esquivando autobuses, coches y personas», señala.

Se trata de un camino en fortísima pendiente con tramos absolutamente minados: fochancas que se llenan con la lluvia, grietas de varios metros, desniveles y, en la zona de entronque con la Nacional, que es la más dañada, hay hasta una piedra desprendida del muro. «Sentimos peligro e inseguridad. Tememos que pueda pasar algo a cualquiera porque es imposible sortear todas las deficiencias y tampoco hay margen en los laterales», insiste Jéssica porque el camino tampoco dispone de arcenes siquiera. Aseguran que ya llevan años reclamando mejoras al gobiernollo «y solo conseguimos un parcheado superficial tras protestar mucho; todo son excusas el Concello hace caso omiso», señala.

Una compañera ya se ha dejado una rueda en el asfalto. «Nos la jugamos a diario por el mal estado de una vía de por sí difícil, pero impracticable por la falta de mantenimiento», insisten los afectados. Desde el colegio, la jefa de estudios, Gemma Maqueda, señala que debido a los socavones hay un solo carril «y los autobuses que vienen cuando hacemos excursiones no pueden subir porque chocan abajo ya que la cuesta es muy empinada y tampoco pueden abrirse en la curva por los socavones», La profesora lamenta las demoras sobre los plazos que, afirman, les habían dado desde el Concello para tomar medidas y señala que han ofrecido un terreno para poder ampliar la zona de acceso.

Las quejas no se limitan a la comunidad escolar. Vecinos veteranos, que llevan residiendo en la zona más de tres décadas, como Alejandro Hrelja y Pilar Lago, hacen frente común. «La subida está destrozada por socavones y, cuando llueve, el agua baja como un torrente por medio de la carretera por lo que queda impracticable y se abren también socavones en el arcén», explica Alejandro. «Estamos peor que cuando vinimos, llevamos años reclamando saneamiento pero seguimos dependiendo de fosas sépticas y de los pozos porque tampoco hay abastecimiento, Nos sentimos olvidados y poco respetados como ciudadanos», dice Pilar Lago.

El edil de Infraestructuras y Sostenibilidad confirmó ayer a La Voz que el inicio de las intervenciones es «inminente». El concejal indicó que los tramos de firme que están más deteriorados se arreglarán en marzo. «Repararanse todos os buratos e fendas, todo o pavimento que está danado e xa hai quince días que se lle avisou ao centro deste inminente inicio», aseguró.

Villar recordó que, al tratarse de una intervención que supera los 100.000 euros, los plazos dependen de la Plataforma de Contratos do Estado «porque é un acto reglado». Esta actuación, apunta, se enmarca en el paquete de arreglo de caminos que comienza la próxima semana y que incluye otros seis en las parroquias de Vilar, Reboreda, Cesantes y el casco urbano. También se ancheará la carretera «atendendo a solicitude do colexio na parcela que ceden para evitar atascos». El plan de saneamiento se demorará «porque hai que cambiar o trazado para que se poida empregar por gravedade e non por bombeo».