Las salsas gallegas con sabor a mundo

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

SALVATERRA DE MIÑO

Oscar Vázquez

Una licenciada en Ciencias Ambientales y un biólogo crean en el municipio de Tomiño una empresa que hace aliños de inspiración internacional, pero con producto local como grelo, pimiento o mirabel

14 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Unas viñas sin atender son el origen de una bodega cuya primera spin off es una sorprendente empresa dedicada a la elaboración de salsas con ingredientes de la tierra y sabor internacional. Patricia Elola, madrileña afincada en O Baixo Miño hace doce años y licenciada en Ciencias Ambientales, integra el 50 % de una marca que crearon ella y su marido, el biólogo tudense Martín Crusat.

Tras vivir una larga temporada en el extranjero, ella hizo un máster de Comercio Exterior y durante tres años se empleó en la oficina comercial de la embajada de España en Vietnam. «Él me pudo acompañar porque al haber hecho un máster de parasitología tropical le venía bien. Después nos fuimos a Holanda, donde terminó su doctorado. Al poco me quedé embarazada y al mismo tiempo, su padre se puso enfermo, así que decidimos volver», resume sobre su periplo intercontinental que remató en Galicia en el 2008. Al fallecer el progenitor de Martín, la pareja decide montar la bodega sobre aquella base, pero dándole otro aire basado en la sostenibilidad y la artesanía con seguimiento de principio a fin, ya que el padre vendía el producto a una cooperativa y ahí se rompía el vínculo. «Nos hicimos cargo de las viñas, dejamos nuestras carreras atrás y nos pusimos a elaborar vino», cuenta. Vimbio fue el primer fruto embotellado de aquella cosecha del 2015 y el que da nombre a la bodega ubicada en la parroquia tomiñesa de Goián, donde elaboran sobre todo albariño, pero también bastante caíño blanco y algo de uva Loureiro.

En ese proceso surgió otro proyecto de la mera observación casual. «Unos pimientos verdes que crecían en la huerta de la finca se pusieron rojos y como de vivir fuera estábamos familiarizados con salsas como la siracha, que es un aliño que sale de la fermentación de pimientos, se nos ocurrió que podíamos fermentar los de padrón y hacer una siracha a la gallega», relata la emprendedora. «La hicimos y salió buenísima, la dimos a probar a familiares y amigos y como gustó tanto pensamos que había que sacarla al mercado». Para hacerlo realidad solicitaron asesoría al Centro Tecnolóxico da Carne para poner a punto las recetas y poderlas comercializar. «Probamos con varias, unas salieron y otras, no y para las que nos gustaron acudimos a Conservas do Támega, que envasa vegetales de la huerta ecológica en Verín. A Juan, su impulsor y creador de la marca Terras de Baronceli, le pasamos las recetas y él las elabora para la nuestra», explica. Tras el estreno con los pimientos se dieron cuenta de que podía haber mucho más que hacer. «Hay muchos productos de la huerta gallega que tienen muy poco recorrido. El pimiento de Padrón, siempre frito; los grelos, cocidos acompañando al lacón y poco más, así que pensamos que podíamos darle otra vuelta. Así nació Viravolta, la marca de salsas con ingredientes autóctonos, esencia gallega y sabor internacional.

Viralvolta es un nombre que tiene apellidos: Cocina Retornada. «Porque se trata de reinterpretar recetas conocidas de otros países, con producto de aquí, de casa», subraya. Ahora mismo tienen dos versiones de la sriracha de pimientos de Padrón con el sello Vietnam «que sería el origen», aclara. «Hacemos una picante y otra extrapicante, porque hay gente a la que la primera se le queda corta», asegura. También hacemos una salsa mexicana que allí crean con mango y pimiento habanero. A la nuestra la llamamos Yucatán y la hacemos con mirabeles de O Rosal en almíbar y pimiento habanero cultivado por de Baronceli». Además, hacen un pesto con el sello de Génova, y en lugar de albahaca y piñones como el italiano, lleva grelos y nueces. La quinta salsa de Viravolta es una mostaza a la antigua de Dijón elaborada con semilla de grelo. «Investigando, vimos que las plantas de ambas son de la misma familia y sale muy parecida», asegura Patricia Elola.

Sus tiradas son pequeñas. La salsa pesto cuenta con certificación ecológica «y la de mostaza está en proceso, aunque los ingredientes de todo lo que hacemos son de productores locales con procesos artesanales».

Dos en uno

Viravolta comercializa sus productos a través de su página web y y también la distribuyen en varias tiendas de alimentación en Vigo, Salvaterra, Tomiño, Ponteareas y Pontevedra. «Además se pueden comprar en nuestra bodega», advierte Patricia Elola, que aunque le gustaría centrarse laboralmente en sus dos proyectos empresariales, por ahora los compagina con su trabajo en una consultoría de medio ambiente. De las bodegas Adega do Vimbio y de las tres fincas que posee la familia en Goián, salen vinos como O Acordo, Landra, Encoirso o Baenis, de uvas plantadas sobre suelos de esquistos, arcillas y cantos rodados de origen fluvial.